Vaya, parece que Pablo lo pasa mal cuando va a un programa de televisión y no le pasan la manita por encima del lomo. Pobre Pablo Iglesias, es como los niños mal criados, los Cintoras y compañía le han acostumbrado tan mal que no aguanta que nadie ose atreverse a preguntarle algo que le pueda molestar, le podría costar su puesto de trabajo. ¿Y quien se va a ocupar de hacerle perder el puesto de trabajo al descarado periodista? Pablo no, desde luego, Pablo no tiene que mancharse las manos para eso, para eso ya se ocupará toda la masa borreguil que le sigue como moscas a la porquería.
Tiene el adalid de la libertad de expresión, Pablo Iglesias, un serio problema, le gusta la libertad de expresión, pero sólo la suya. Sólo se le puede permitir a él decir lo que le de la gana y no se molesta siquiera en ocultarlo, que le hagan preguntas incómodas le sabe a cuerno quemado, sólo le falta responder al que se atreva a hacerlo: “no sabes lo que acabas de hacer, no sabes quien soy yo, ahora te vas a enterar.”
Y lo peor de todo es que Pablete, el coletas, puede ser como quiera, puede ser como a él le de la gana, pero tiene guasa que haya tal cantidad de gente que le ría las gracias como bobos. Ahora él todo lo hace bien, en todo tiene razón, si recibe alguna crítica es porque el mundo de la casta, al que él está loco por llegar, le tiene envidia y miedo y es la casta la que se inventa historias contra el pobre Pablo, que manera de sufrir y que manera de hacer el borrego los de su alrededor.
Pero esto no le viene al comunista encubierto, amigo y justificador de terroristas etarras de anteayer, le viene de hace más tiempo. Le viene por ejemplo del famoso día en el que hace ya unos años boicoteó, por ejemplo, una conferencia de Rosa Díez en la facultad que parece trabajar para él, en lugar de trabajar él para ella. Le viene desde el momento en que organiza la trifulca contra Rosa Díez escondiéndose detrás de estudiantes veinteañeros, imberbes y con no demasiadas luces. En ese vídeo se observa como el “valiente coletas” se esconde detrás de casi niños para reventar un acto.
Y ahora sigue así, ahora con la edad va todavía a peor en lugar de a mejor, ahora sus mamporreros le acompañan allá donde quiera que vaya y serían capaces de dejarse arrancar incluso un brazo con tal que no toquen un pelo de su amado líder. ¿Y este es el tipo que quiere ser presidente del gobierno? No Pablo, tienes que reconocerlo, tu quieres ser Rey sin creer en la monarquía y quieres ser Dios siendo ateo. Porque tú sólo eres ateo si Dios no eres tú o antimonárquico si no eres tú el que reina.
No te preocupes, ahora que estás tan depre ya acudirá Cintora a tu rescate. Por cierto, ¿quien se pone debajo, tú o él?