Y es que, aunque a muchos les sorprenda, las aves son tan inteligentes como los mamíferos y, aunque sus estructuras cerebrales estén organizadas de modo diferente, las funciones en ambos grupos son muy similares. Las aves son capaces de comunicarse entre si, aprender determinados comportamientos, y resolver problemas cuando es menester. Los córvidos, por ejemplo, son más inteligentes que nuestras queridas mascotas, perros y gatos, por extraño que nos parezca.
Y este comportamiento tan "inteligente" se ha extendido tanto en la población de cuervos local que se puede decir que ya tienen su pequeño y propio "acervo cultural".
He elegido un vídeo en el que nuestro protagonista se las ingenia con un alambre (como MacGyver) para llegar al alimento inaccesible.