Dos casos: en Málaga y Pontevedra. Dos. Dos niños de integración con necesidades educativas especiales de 8 y 9 años. Dos colectivos de padres que deciden "hacer huelga" y no llevar a sus hijos a clase como medida de presión, aislando a los niños y echando un pulso a la administración. En Málaga lo han conseguido, la niña no lo ha soportado más y ha abandonado el centro. No sólo eso, los padres se tuvieron que mudar ya que se trataba de un pueblo pequeño, todo el mundo les conocía y la situación era insoportable. Se sintieron "estigmatizados y humillados"
En Pontevedra al final los padres se echaron para atrás tras dos difíciles días, pero la experiencia amarga ya no hay quien se la quite a esa criatura. Una niña con Trastorno del Espectro Autista y un niño con problemas de atención selectiva. "Problemas con los compañeros", "actitudes violentas","invitación al sistema de educación especial POR SI empeora"...