(Isaak Yudovich Ozimov) (Petróvichi, República Socialista Federativa Soviética de Rusia, 2 de enero de 1920 – Nueva York, Estados Unidos, 6 de abril de 1992), fue un escritor y bioquímico ruso, nacionalizado estadounidense, conocido por ser un exitoso y excepcionalmente prolífico autor de obras de ciencia ficción, historia y divulgación científica.
La obra más famosa de Asimov es la Saga de la Fundación, también conocida como Trilogía o Ciclo de Trántor, que forma parte de la serie del Imperio Galáctico y que más tarde combinó con su otra gran serie sobre los robots. También escribió obras de misterio y fantasía, así como una gran cantidad de textos de no ficción. En total, firmó más de 500 volúmenes y unas 9.000 cartas o postales. Sus trabajos han sido publicados en 9 de las 10 categorías del Sistema Dewey de clasificación.Asimov, junto con Robert A. Heinlein y Arthur C. Clarke, fue considerado en vida como uno de los "tres grandes" escritores de ciencia ficción.
Una investigación llevada a cabo por un periodista acerca de la trayectoria de la robopsicóloga Susan Calvin da pie a los nueve relatos que componen esta novela. Las tres leyes de la robótica, a las que en obras posteriores Asimov añadiría alguna más, constituyen las normals que rigen el comportamiento en los diferentes conflictos que se presentan entre humanos y robots. Si bien admiten una lectura independiente, la modernidad y éxito de este libro se explica por la audacia en la composición y por la aplastante lógica en las reflexiones que aparecen acerca de la robótica.
Yo ,robot es uno de los pocos títulos de ciencia ficción que han superado con amplitud el círculo de lectores especialmente aficionados, entre los que a menudo se considera una obra cumbre. Su influencia y la de las tres leyes de la robótica en ella enunciadas es muy notable en las novelas aparecidas posteriormente acerca de robótica, y eso mismo es lo que explica que se haya tomado como base para la película que se estrena a finales de julio 2004 dirigida por Alex Proyas y protagonizada por Will Smith.
Yo, robot está narrado a dos voces y en tiempos distintos. Por una parte, tenemos la voz de un periodista que está entrevistando a la doctora Susan Calvin, psicóloga un tanto peculiar (de robots). La otra voz es la que aparece en los relatos, y es la de Susan Calvin. Son en tercera persona, pero intuimos que como es ella la que está siendo entrevistada, es ella quien los narra; además, en las partes en cursiva del libro (las entrevistas), es ella la que introduce siempre la historia que se va a contar.
Hay diferentes personajes, los que más destacan son: la doctora Calvin, Greg Powell y Mikel Donovan, y Byerley. Son personajes claros, que cuentan a la perfección y de forma que se entiende bastante bien casos especiales de robots específicos.
En esta ocasión, sí conviene hablar de la estructura del libro, ya que es muy significativa. Está dividido en diferentes episodios, además de unos capítulos "apartados", que son en los que aparece la entrevista a la doctora Calvin, en cursiva. En los distintos episodios tenemos casos de robots que no cumplen bien su función o cuyo comportamiento es extraño para ser el de un robot. Los encargados en resolver qué les pasa nos van contando (siempre enlazando el caso con las Leyes de la robótica) lo que les pasa y cómo pueden solucionarlo.
Es un libro que, dejando a un lado la temática, es bastante sencillo de leer. A mi me daba un poco de reparo por el lenguaje, porque me esperaba que Asimov utilizara un lenguaje muy específico del campo de la ciencia ficción (que no domino en absoluto), pero nada más lejos de la realidad. En el libro hay un lenguaje bastante asequible en general, quitando dos o tres diálogos más técnicos que me costó un poco entender...
La verdad es que, no sé por qué, pensaba que el libro iba a tener alguna relación más profunda con la película (ya sabéis, aquella de Will Smith), pero no. Para nada. Lo único que tienen en común son Las leyes de la robótica y el nombre de la empresa: U. S. Robbots.
Me ha gustado mucho el libro, porque en todos los capítulos y los casos con robots he encontrado algún tipo de relación con algo de la realidad (Filosofía, relaciones sociales...). Aquí os digo que lo que más me ha llegado es el episodio de Robbie, que hace sus veces de epílogo de toda la historia.
Sorprende mucho la linealidad del libro, el fenómeno causa-efecto que utiliza Asimov, y que consigue unir todos los puntos para que el final sea el que tiene que ser. No hay otro final posible después de ver todo lo que nos enseña a través de los relatos de la doctora Calvin. ¿Una pena? Puede... Pero ya se sabe que el ser humano siempre hace lo que es peor para él, aunque crea que está haciendo lo correcto.
Para mí ha sido una lectura muy enriquecedora, ya sea porque me ha gustado y nunca me había sentido capaz de enfrentarme a Asimov, o porque he entendido el mensaje que nos quiere mandar Asimov.