Sobrevivir a Londres 38 “La Casa del Terror”
Testimonio de un sobreviviente a 32 años de distancia de sufrir la tortura de chilenos que en su irracionalidad, descargaron su maldad contra otros compatriotas.Los que estuvimos en el ahora “Instituto O\’Higginiano” permanecíamos esposados y con los ojos vendados -algunos amarrados y engrillados- sentados todo el tiempo, oyendo gritos de hombres y mujeres torturados continuamente. Era el infierno, comenzaba desde temprano hasta las nueve de la noche, aproximadamente, todo el tiempo se oían los alaridos desesperados en las sesiones de tormentos físicos y emocionales, aplicados por agentes civiles y militares. El inmueble era propiedad de la octava seccional del Partido Socialista de Chile y convertido en una mazmorra de donde entraban y salían seres humanos detenidos y perseguidos por sus ideales políticos allendistas. El futuro era incierto entre tinieblas y oscuridades, ya que de aquí desaparecieron 94 compañeros, entre ellos Juan Chacón Olivares, Alvaro Vallejos Villagrán, Eduardo Lara Petrovich, Joel Huayquiñir Benavides, engrosando la larga lista de detenidos- desaparecidos, ejecutados, torturados, degollados, quemados y exiliados.
distancia? Es que se ha vuelto últimamente noticia este siniestro lugar, reconocido por los Organismos de Derechos Humanos nacionales e internacionales junto con los sobrevivientes de Londres 38, en virtud de que fue declarado Monumento Nacional, para conservar viva la Memoria Histórica y evitar planes criminales como la Operación Cóndor, dado que la quieren comercializar, por lo que hay que luchar y apoyar el proyecto oficial. Le cambiaron la numeración por el 40, como si con esto fuera fácil olvidar la “Casa de la Risa” o “Casa de Las Camapanas” pues nos marcó como un tatuaje en el cuerpo, desgraciadamente. ¿Cómo sobrevivimos entre las vendas, el miedo, la zozobra, el infierno ante la incertidumbre de no saber si salías con vida o no? Se pierde la noción del tiempo, se vive como un ser desdichado que quiere despertar pronto de la pesadilla, salir del abismo, pero no llega…, las horas pasan lentamente, se vive bajo el terror latente, las amenazas de muerte permanentemente. Se oyen pasos misteriosos que se acercan, se alejan y de repente alguien está a tu lado, incógnita que te lleva a desconfiar.
Me hice amigo desde el primer momento de Óscar Núñez, quien había sido Secretario General de la CUT y ahí llevaba muchos días; al saber su nombre, me di cuenta de quién era. Lo habían torturado varias veces en la parrilla, era compañero de partido del guatón Romo, de la USOPO (Unión Socialista Popular), desprendimiento del Partido Socialista de Chile, pero entonces su excompañero se dedicaba a perseguir a los izquierdistas, torturándololos. Era sádico, irónico, carente de mínima compasión, preso actualmente en una cárcel santiaguina, sin el menor remordimiento ni el afán de arrepentimiento.
Los estudiantes de Economía jugaban al ajedrez de memoria, capacidad que adquieren quienes lo practican mucho tiempo. Distraían el ambiente, entre el dolor y la esperanza, los movimientos mentales de caballos, peones, alfiles, etc. en posición de juego estratégico. Yo, internamente discurría, sin razón, si eran las consecuencias del tiempo especial que enfrentábamos o era una forma de emplearlo para evitar caer en desajustes mentales.
Mi caso está en los archivos de la Vicaría de la Solidaridad del Arzobispado de Santiago, por lo cual aparezco con mi hermano en la nómina de Prisión Política y Tortura, a excepción de mi hermana Berta, ¿quién sabe por qué no esté? ¿Acaso estuvo de vacaciones esos déas invernales en Londres 38? Todos fuimos torturados física y mentalmente. Me causa malestar que no aparezca reconocida. Es interesante la reapertura para las demás personas, a fin de que puedan documentar sobre la represión ejercida sobre ellas.
Posteriormente me llevan a Ritoque, Campo de Concentración en Quintero y me trasladan después a la Penitenciaría de la capital, donde estuve varios días en una galería de tránsito, obteniendo la libertad provisional del Fiscal del Ejército, René Reyes, firmando cada 15 dìas, aunque lo pude hacer una vez, pues me detuvieron nuevamente, porque estaba expulsado a México, con decreto del dictador. Estuve preso cerca de un año. Salimos 52 presos políticos rumbo al país azteca el 17 de mayo de 1975, a las 10 de la noche y se nos levantó la prohibición tras largos 12 años de exilio.
Veníamos hombres y mujeres, muchos jóvenes, algunos con su padre o madre, incluso varios hermanos. Llegamos al Hotel Versalles, ubicado entre las calles Versalles y General Prim, cerca de Reforma. Al bajar del avión nos esperaban la esposa de Salvador Allende, Hortensia Bussi y el ex ministro de Economía, Pedro Vuskovic, quienes nos dieron la bienvenida a México, a nombre de la Casa de Chile que funcionaba en la Ciudad de Mèxico, que aglutinaba al exilio chileno.
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Fotografías Londres 38
autor Antitezo.