«La razón por la que escribo es el dinero. Sé que afirmar esto comporta la acusación de suficiencia y pedantería. Así es la vida. No dar mayor importancia lírica a tu trabajo implica darse la mayor importancia. Las respuestas que el público aprecia son otras. La del realismo mágico: escribo para que me quieran. La del realismo socialista: escribo para cambiar el mundo. La del realismo fisiológico: escribo, meo, escribo. O la del realista montañista: escribo porque está ahí. Incluso creo en la sinceridad de estas razones. La gente es muy extraña. Pero yo sólo me muevo por dinero. Si mañana pudiera vivir sin escribir, dejaría de escribir. No me imagino una vida sin lectura. Sin cocer (por placer) lo crudo. Sin largos paseos. Pero me imagino, y como una delicia, una vida sin escritura. Aceptaría encantado el soborno inverso de algún mecenas que me pagara por dejar de escribir. De hecho, lo he buscado con ahínco en la Cataluña, tan mecenazga, de mi tiempo. Y aunque hasta ahora he fracasado, no desisto»...
[+] Diarios de Arcadi Espada
Arcadi Espada lo deja más que claro: