Ábrete hoy a la dulce brisa que de mi corazón emana. Cierra tus sentidos a todo lo externo y escucha… escucha música suave… apacible… de profunda ternura.
Sus notas te mecen rítmicamente.
Imagen: pixabay
Visualiza ahora un jardín celestial.
Tú estás en medio, rodeado de ángeles bellísimos que transportan fuentes repletas de esencias divinas, aromas y aceites que esparcen haciendo que todo cobre más esplendor.
Tú estás en completa entrega.
Ahora baja un arcángel del cielo y te ofrece una copa de néctar.
Tú bebes esta dulce mezcla de amor y te transformas en luz… en un ser de luz que proyecta dulzura y amor celestial.
Todo tú eres bondad. Ahora eres un emisario divino y podrás proyectar el fulgor del cielo. Aspira… sigues en mis brazos… caminaremos juntos, muy unidos.
Así iremos a iluminar el día de todos los seres que encontremos hoy… pero antes quiero depositar una dulce caricia en tu alma y un tierno beso en tu corazón… y en tu frente, mi anhelo de amor.
Fuente: prosperidaduniversal.org