España permaneció prácticamente todo el partido abajo, con constantes idas y venidas en el marcador, llegando a ir perdiendo de ocho puntos para más tarde ponernos por delante... A destacar la gran actuación de Juan Carlos Navarro con 27 puntos, pero también, en mi opinión, la escasa clase de Scariolo para liderar este proyecto.
Dolorosa la imágen de Fran Vázquez y San Emeterio en el banquillo, al igual que la del último saque de banda a manos de Navarro. La bajada de nivel de Ricky Rubio, a quien parece empezar a pesarle tanto protagonismo y sobretodo la mala suerte con el triple de Teodosic desde los 9 metros.
"En la última jugada, la pelota ha ido a Teodosic. Hemos aguantado bien, hemos defendido bien, sobre todo Sergio Llull en el último tramo. Llevaba uno de siete en triples. En el último bloqueo hemos cambiado. Ha tirado de 10 metros ante Garbajosa, un hombre más alto que él, y sólo nos queda felicitarle, es un gran jugador. Ha sido una gran jugada individual y la pena es que nos ha dejado fuera" comentaba Scariolo al cierre del encuentro.
Ahora, la incertidumbre se centra en que pasará en el futuro, ¿podrá España volver al nivel que nos ha mostrado durante más de media década? ¿Habrá nuevo entrenador? ¿Podría haber sido diferente con Pau y Calderón? ¿Deberían haber tenido más protagonismo hombres como Fran, San Emeterio o Claver?
No quiero parecer oportunista redactando este artículo, el único sobre la selección española y en concreto sobre el mundial tras la conocida no participación de Rajon Rondo en el mismo, de haber ganado el mundial lo hubiera hecho de igual modo.
Si miramos el palmarés de la última década (6 medallas) en el baloncesto español, podemos darnos por satisfechos, hemos logrado casi todo lo posible. De no haber sido por el horroroso arbitraje en Pekín estaríamos hablando de haberlo hecho.
Orgullosos hemos de estar hoy de ser españoles y jamás dar la espalda a estos campeones mundiales, campeones de Europa y "subcampeones" olímpicos.