29 agosto 2014 por evasinmás
Yo soy tortuga desde niña. Hubo un tiempo en el que me preocupaba por no poseer ningún talento especial que me distinguiera del resto de críos. Luego se me pasó. Y siempre llegaba de las últimas en las caminatas del cole. Y en las carreras de gimnasia. Yo no soy de esas tortugas como la del cuento, que ganan a la liebre. Yo no gano a nadie, pero sí suelo llegar a la meta. Y lo mejor es que disfruto del camino. De vez en cuando me paro sigilosa para ver unas hormigas al tajo o un ratoncito que asoma el hocico. A veces también me detengo a hablar con los señores mayores que resoplan cansados y mes escucho un par de quejidos de los años. Así me paso los días sudando la gota gorda y nunca me da el día para todo lo que quiero hacer. Pero me da igual, a mí me gusta ser tortuga, aunque las liebres siempre me ganen y se lleven la mejor parte. Yo me conformo con las sobras, tampoco necesito mucho, siempre y cuando me dejen disfrutar del camino…