Mi circunstancia es la mitad de mí. La otra mitad soy yo. Así lo dice Ortega: “El individuo y el medio nacen el uno para el otro –más aún, el individuo no es sino la mitad de sí mismo; su otra mitad es su medio propio, con él forma la verdadera unidad superior que llamamos organismo” (Ortega y Gasset[1])
[1]Ortega y Gasset: “Notas de andar y ver. Viajes, gentes, países”, Madrid, Alianza, 1988, p. 49.