ARGUMENTO:
¿Quién no conoce o no ha oído hablar de Jack el Destripador, el asesino más famoso de Europa y una leyenda en el mundo de la criminología y del imaginario colectivo occidental?, ¿Y quién no ha querido descubrir su identidad?. Muchas teorías han girado alrededor de la leyenda y muchas las personas célebres y no célebres que han sido señaladas como sospechosas. Pero, ¿Te imaginas que en tu círculo de amigos o conocidos hubiese estado escondido el asesino más macabro que se recuerda?, ¿Y si hubieses estado trabajando cerca de la investigación policial observando como se os escapaba de las manos, sin poder hacer nada? Y si de repente, un buen día,ya retirado, recibes de un desconocido una carta de tu amigo y admirado Lewis Carroll que de su puño y letra confiesa ser Jack el Destripador. ¿Cómo te quedarías? Pues eso le pasa a nuestro protagonista, el octogenario John Riordan, quien se adentrará en sus recuerdos y en el misterio que envuelve la carta, para destapar al o a los asesinos.
MI LECTURA:
Yo también fui Jack el destripador nos adentra en el misterio que envuelve la identidad real de Jack el Destripador. La historia comienza con una carta confesional de Lewis Carroll (Charles Lutwidge Dodgson) en la que afirma ser Jack el Destripador. John Riordan, receptor de dicha carta y protagonista de la novela, no puede creer que su amigo, ahora fallecido, sea el asesino. Así que a sus ochenta y tantos años, inicia una investigación para descubrir las intenciones del remitente de la carta e intentar descubrir la verdad sobre los asesinatos que atemorizaron el barrio londinense de Whitechapel en 1888.
A partir de aquí, la novela inicia una doble línea temporal. Una en el presente del narrador 1946 y otra en el pasado de éste, centrándose en la investigación policial de los crímenes de Jack el Destripador en la que colaboró. Ambas líneas se van combinando a lo largo de la novela. Quizás la que marca el ritmo de la novela es la del presente del narrador que avanza la investigación a modo de thriller policial.
Toda la novela está narrada en primera persona y el narrador es el propio ex forense John Riordan. Lo interesante y que da un toque diferente a su narración es la manera intimista en la que cuenta la historia. La novela está realizada como si fuera un libro de memorias. La narración a veces es interrumpida por John para dirigirse directamente al lector. Cosa que contribuye a crear una complicidad entre el protagonista y el lector. A veces parece que John comparta sus experiencias más intimas como si el lector fuera un amigo de confianza y crea ese un ambiente íntimo que me ha encantado.
Dejo aquí unos ejemplos ilustrativos:
"¿Sabe lo que es el láudano? Mejor que no lo sepa. Durante la segunda mitad del siglo XIX, el láudano era el remedio para los dolores de grandes y pequeños, fuese cual fuese su origen e importancia" (Pág. 129)
"He de confesarle que, tras tantas lluvias, la noche del 12 al 13 de octubre de 1946 las vidas y los pecados de Mary la Negra -apodo que jamás entendí, pero que quizá se debía a los cambios de color en la piel que lograba mediante ungüentos exóticos- me importaban un bledo." (Pág. 298)
Las dos líneas temporales narran historias diferentes que se complementan a medida que el lector va relacionando una con otra. La situada en 1946 se centra en la búsqueda del autor o autores que han sacado a la luz una confesión de alguien que no se puede defender y amenazan con revelar secretos del Club Diógenes. Un club elitista que reunía personalidades del conocimiento y la cultura de finales de siglo S. XIX. Tal y como nos comenta el autor, estos clubs proliferaron muchísimo en la época Victoriana y Post Victoriana.
El Club Diógenes, al que perteneció John, es el nexo de unión del presente y pasado de la trama. A través de éste descubriremos muchos detalles del ambiente cultural que rodea al narrador en el año clave de la historia, 1888. Como curiosidad, deciros que el Club Diógenes nunca existió más que en los libros de Arthur Conan Doyle, creador del investigador más elemental de la historia de la literatura, Sherlock Holmes. ¿Quizás un reconocimiento a Doyle? No sé, pero si os puedo decir que Doyle aparece en la novela como un personaje más. Me encantan estos detalles. A esto hay que sumarle Los Irregulares de Baker Street que también pertenecen al mundo de Holmes. Con todo esto, uno puede decir que el universo de Doyle tiene peso dentro de esta novela.
Otras personalidades de la cultura de la época en que sucedieron los asesinatos de Whitechapel y tuvieron relación con el Club Diógenes son Walter Richard Sickert, pintor impresionista cuyos cuadros personalmente me dan repelús y los escritores HG Wells y Oscar Wilde.
Fernando García Calderón se ha centrado la teoría que apunta a Lewis Carroll como autor de los asesinatos de Whitechapel. Han sido muchas las teorías y los sospechosos, pero a día de hoy el caso sigue sin resolverse. El matemático y creador de Alicia y sus aventuras fue un hombre introvertido y extravagante, cuya afición por la fotografía le trajo más de un dolor de cabeza. Su obsesión por retratar niñas hizo crecer el rumor sobre sus posibles tendencias pedófilas. Y todo apunta a que fue esta la razón por la que la abandonó sin más en 1880. Muchas de sus creaciones desaparecieron.
El escritor focaliza la historia en Lewis Carroll y sobre todo en su obra Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas cuya primera edición vio la luz en 1865. De una manera fabulosa García Calderón desmiga esta obra enigmática y la integra en la trama de los asesinatos de Jack y en la investigación del protagonista. ¿Puede haber en el relato de Lewis paralelismos con los asesinatos de Whitechapel? Puede ser o puede que no. Tendréis que leer la novela para saberlo. Ya os digo que es muy interesante la construcción al respecto que hace el autor de Yo también fui Jack el Destripador. Una combinación absoluta de realidad y ficción.
Volviendo al año 1888, el protagonista nos irá acercando cronológicamente y de manera detallada los descubrimientos de los asesinatos. Conoceremos parte de la vida de las mujeres asesinadas (Mary Ann Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride, Catherine Eddowes y Mary Jane Kelly). Y, a través de ellas y de la investigación policial, el autor nos describirá perfectamente el contexto social de la época. Seremos testigos de como va creciendo el malestar social y también de las guerras internas de la policía metropolitana. Casi todos los personajes de la policía que nos presenta el autor son reales. Entre ellos encontramos a Charles Warren, ejemplo de la vieja policía metropolitana y a James Monro con el que Warren, según dicen, se llevaban a matar. Estamos en una época de crisis donde se requiere un cambio institucional y social. La población que vive bajo mínimos es más del doble que la pudiente. Y el clasismo victoriano incrementa los problemas sociales.
Una de las teorías que nos plantea el autor de la novela es la posibilidad que Jack el Destripador tuviera como finalidad llamar la atención de la situación de desprotección en la que vivían miles de personas, sobre todo mujeres y niños, afinados en barrios marginales y abocados a vivir del robo y la prostitución. En esta parte me he imaginado el mismo ambiente que describe Charles Dickens en su novela Oliver Twist. Otra teoría de la que también se ha hablado, es de la finalidad de algunos inversores de revalorizar la zona marginal de Londres para especular con la construcción. Suena a muy de ahora ¿Verdad?.
Definir la novela en un genero determinado es difícil, pero creo que es acertado en clasificarla de policíaca y novela negra. El autor da muchos detalles documentados de los asesinatos de la época: partes médicos, declaraciones policiales, cartas, etc. Todo documentación real que da mucho valor a la novela y mucho realismo a la historia de ficción que nos narra.
Uno de los aspectos que destaca la novela es la importancia y el peso que tiene la prensa y la opinión pública en la sociedad de finales del S. XIX. Ésta influyó en las decisiones políticas que llevaron a la reforma del cuerpo policial.
Sobre los personajes de la novela, veremos como John se relaciona con personajes reales y ficticios de manera natural, integrándose perfectamente y cohesionando la historia.
Hay que admirar el trabajo que ha realizado el autor, pues es tan enorme la información que aporta en la novela que puedo imaginarme su despacho rebosando de papeles y de documentación sobre el caso de Jack el Destripador y sus circunstancias políticas, sociales, culturales y económicas.
Creo que esta novela descubre y acerca una cantidad de detalles reales del caso y elabora una teoría tan sólida y una trama tan creíble que todos aquellos que tengan inquietud o curiosidad por el asesino más famoso del mundo, no deben dejar pasar. El autor, al final de la novela, nos comenta una web llamada Casebook: Jack the Ripper, donde un grupo de personas interesadas en el caso de Jack el Destripador, han recopilado y clasificado una enorme cantidad de documentación de hemeroteca y policial de la época que podríamos clasificar como documentación historiográfica. Sólo por echar un vistazo a las noticias de algunos diarios de 1.888 ya vale la pena visitarla. Os dejaré abajo el link.
Me ha costado muchísimo elaborar esta reseña. De hecho, la he hecho y deshecho varias veces. Y seguro que me dejo cosas en el tintero. Ya sólo por la descripción del contexto revolucionario del mundo de la ciencia y tecnología en el que se desarrolla la novela, vale la pena la lectura. Por ejemplo, se nos acerca la fascinación por la hipnosis que es un punto común en muchos autores de finales S. XIX y principios del S. XX. Recientemente he leído El misterio del cuarto amarillo de Gastón Leroux y El Horla de Guy de Maupassant y ambos libros revelan la fascinación de sus autores por la hipnosis, incluso el protagonista de El Horla hace una sesión de mesmerismo como nuestro protagonista John Riordan.
Sobre Fernando García Calderón os comentaré que es escritor e ingeniero de caminos y que está es su novena novela. Entre sus obras hay dos que fueron galardonadas: El vuelo de los halcones en la noche (Premio Félix Urabayen 1998) y El hombre más perseguido (Premio Ateneo-Ciudad de Valladolid 1999). Os dejo abajo su página oficial por si queréis echarle un vistazo. También os dejo la entrevista que le hizo Marisa del blog Books & Companies y que está muy bien.
Desde aquí le doy las gracias a Fernando García Calderón por enviarme un ejemplar de Yo también fui Jack el Destripador. ¡Muchas gracias!
Ahora sólo queda que os animéis a leer la novela para conocer todos los detalles de la investigación y la teoría que nos propone el autor, ¿Quién se esconde detrás de Jack el Destripador?¿Qué intereses hay para que después de 60 años de los hechos se acusen a miembros del Club Diógenes?
En resumen, ¿POR QUÉ DESPERTAR ESTE LIBRO?
El autor combina realidad y ficción de manera magistral, elaborando toda una teoría sobre la identidad de Jack el Destripador en forma de novela negra, muy bien ambientada en el contexto del final de la Época Victoriana. Una novela muy trabajada y con mucha información sobre el caso real que se acopla perfectamente a una hipótesis ficticia. Todo ello, con una prosa muy cuidada y un narrador muy particular.
Más sobre el autor:
Web oficial Fernando García Calderón
Entrevista a Fernando García Calderón por el blog Books & Co administradora Marisa.
Fuente de la imagen y de la lectura:García Calderón, Fernando (2015). Yo también fui Jack el Destripador. A Coruña: Ediciones del viento, S.L.
Otras fuentes:
Wikipedia Club Diógenes
Casebook: Jack the Ripper
Retos en los que incluyo esta lectura:Reto 50 librosReto Viaje con los librosReto Sumando 2015