Trilogía de E. L. James compuesta por:
Cincuenta sombras de Grey
Cincuenta sombras más oscuras
Cincuenta sombras liberadas
...Y próximamente en las pantallas de los mejores cines.
(No puede ser de otra manera)
Ese es el texto que aparece en las pegatinas de los tres libros de la trilogía. Y doy fe de que así es. No he visto mayor despliegue de márketing... no me acuerdo desde cuando. Al menos en lo que a blogs se refiere, las reseñas y alusiones son incalculables.
Y yo, que llevo una temporada atrapada en una espiral sin retorno de best sellers, pues me los he leído los tres seguidos durante este veranito.
Respecto a la historia, es la clásica relación entre la doncella joven e inexperta y un guapérrimo millonario con multitud de habilidades. Un Don Perfecto pero con sus secretos y batallas interiores. Muchos critican diciendo que el guión es calcado a Crepúsculo pero ni que la saga de los vampiritos brillantes fuera el súmun de la originalidad. Este tipo de trama es un básico en este género. Trillado hasta el infinito.
La cuestión del sexo en estas novelas no me ha parecido para tanto. En la primera, por ser la primera tiene su gracia pero luego las escenas se van repitiendo con ligeras variaciones llegando a ser bastante cansino. Son, entre los tres libros, 1778 páginas en las que los protagonistas no descansan su actividad prácticamente ni un día sin haber jamás el más mínimo descenso de la libido o alguna falta de sincronización erótica. Por mucho que me guste la ciencia ficción, esto me ha parecido idealizadamente excesivo.
Personalmente hubiera reducido la historia a un solo libro. Más que suficiente. Pero entiendo perfectamente que así resulta un negocio redondo. Estamos más que habituados a ello.
El estilo literario es francamente mediocre. Lo que más me ha puesto de los nervios ha sido la absoluta
falta de vocabulario traducida en una irritante repetición de expresiones; que a nadie se le ocurra poner los ojos en blanco porque te aseguro nena, que llamo a la diosa que llevo dentro para que lo incluya dentro de los límites infranqueables. Evidentemente esta simpleza tanto en el estilo como en la linealidad de la historia hace que el nivel de actividad cerebral necesario para leer los tres volúmenes sea prácticamente nulo. No vayáis a pensar que esto es malo. Son novelas ideales para desconectar, relajarte, para descansar en la playa...
A pesar de todos los defectos enumerados he disfrutado leyendo. Aunque el final se intuye desde el principio, quería comprobarlo por mí misma y eso me ha hecho leer los tres (reconozco que al final del tercero ya estaba considerablemente aburrida). Como la mayoría de la gente dice; te engancha. Pues sí. Es entretenida si te gustan las novelitas rosas. Porque como novelita rosa que es, cumple su función a la perfección.
Para terminar una última reflexión: Como mujer me inquieta que argumentos tipo damisela subyugada por hombre perfecto* gusten en general tanto (me incluyo). Pero no me extraña porque hemos crecido con el cuento de Cenicienta y todavía lo queremos seguir leyendo. Lo preocupante es que te lo creas.
(*) Es cierto tambíén que se intenta dar un giro conforme avanza la historia haciendo parecer a la protagonista femenina más fuerte y segura. Y se muestra a Don Perfecto débil y por momentos dependiente de ella. Giro previsible también porque de lo contrario volveríamos a recordar los manuales de la perfecta casada, si es que alguna vez los hemos olvidado.