Como os venía diciendo, pense que para derrotar a mi querido hermanito del trono, lo único que podía hacer era llevarme bien con el vulgo, a ese que después de llegar al trono pisotearé sin piedad y jamás les volveré a dar la mano, ya que me aburren sobremanera. De todas formas, ya les aviso una vez les doy mi preciosa y preciada mano peiéndome en sus caras o dejándoles un precioso eructo delante de sus narices.
Se despide por hoy su gracioso principe de Albión esperando que os guste, que lo mismo es que no:
De su juego Fable III
PD: Estas declaraciones sobre el juego se fundamentan en la poca coherencia narrativa hayada dentro del mismo, ya que nunca en nuestro sano juicio se nos hubiera ocurrido poner a un principe/rey de algún sitio, a pegarse pedos en las caras de la gente, darle la mano a todo quisqui, casarte con varias personas (da igual el sexo) en cada sitio de su mundo... De todas formas, personalmente es un gran juego si te gusto el primero y sobretodo el segundo, pero estas incoherencias desmejoran en general un gran trabajo, entre otras cosas claro.
PD2: El que sale ganando es el perro, que lo acaricio mucho.