Margot Robbie interpreta a Tonya Harding, culpable, sin pruebas, de uno de los mayores escándalos de la historia del deporte
Toni Delgado (@ToniDelgadoG)
-Tienes lo que querías. Deberías darme las gracias y no culparme... Te convertí en una campeona... Joder, yo te di un don...
-Me condenaste, mamá. ¡Eres un monstruo!
La expatinadora Tonya Harding (Oregon, Portland, 1970) siempre fue un juguete roto. Nació así, hecha trizas por una madre cavernícola pegada a un cigarrillo y bebedora compulsiva de café que la vio como la gallina de los huevos de oro. En Yo, Tonya el director Craig Gillespie nos presenta a una LaVona Fay Golden [Allison Janney] autoritaria, áspera, posesiva, irónica y tóxica: "Esa niña es tu enemiga. No vienes aquí a hacer amigas". Es una madre que no se conforma con los progresos de una hija a la que no quiere y a quien insulta, exige y maltrata física y mentalmente. Allison Janney interpreta a un mal bicho que en la película sólo le regala media docena de elogios a Tonya. Todos seguidos.
-Lo estás aguantando bien. Me gusta que lleves el pelo por detrás. Te rejuvenece. [...]. Muchas personas te apoyan. Has estado bien. Me siento orgullosa -le suelta su madre mientras la abraza.
Se admiten pronósticos sobre si esas buenas palabras son sinceras o no. No hay dudas, en cambio, de que Yo, Tonya sea una apuesta segura que no deja indiferente a nadie. Te toca desde el prólogo, cuando Margot Robbie demuestra que es una actriz como la copa de un pino y que el personaje no le viene grande. La Tonya Harding de Craig Gillespie se retrata como "auténtica" y reivindica que fue la primera patinadora estadounidense en hacer un triple axel (un salto con tres giros y medio en el aire) en una competición: "Durante todos los días de mi vida me habían dicho que nunca llegaría a nada".
Apenas la animaba su novio y futuro marido, Jeff Gillooly, al que la biografía cinematográfica dibuja como posesivo, burro y, según el momento, comprensivo o maltratador. Él, a quien da vida Sebastian Stan, niega que fuese violento ni que la pegase nunca. Yo, Tonya es un falso documental donde cada personaje cuenta su propia versión de los hechos. "La verdad no existe. Eso son gilipolleces. Cada uno de nosotros tenemos nuestra propia verdad y la vida hace lo que le da la puta gana. Ésta es la historia de mi vida y ésta, la puta verdad", escupe Tonya.
Desde bien pequeñita, a la expatinadora le tocó navegar a contracorriente y con pocos apoyos desinteresados, apenas su padre, Al, un camionero que la enseñó a cazar y pescar y que se divorció de su madre, y su primera entrenadora, que la dirigió en dos etapas. A Tonya Harding le impusieron sus sueños y sintió la fama como una soga. Se sabía el patito feo, la deportista incómoda que no encajaba con la imagen de la familia americana risueña y unida. No la puntuaban como creía que le correspondía.
-¿Eh? ¿Cuándo van a tratarme con justicia? Estoy todos los días en pie a las cinco de la mañana entrenando... ¿Quiere decirme alguien a la cara que nunca van a ponerme las notas que me merezco?
-Sí somos justos. Estas chicas también han hecho su trabajo -le replica una jueza.
-Me importa una mierda. Hoy he patinado mejor que ellas.
-Tenemos en cuenta la presentación.
-¿Pues sabe qué? Consígame 5.000 dólares para un maillot y así no tendré que hacérmelo yo. Mientras... [su entrenadora mira al suelo]. Mientras... No me toque los huevos. [Tonya se gira].
-Tal vez no seas tan buena como crees. Deberías elegir otro deporte.
-[Tonya se acerca]. ¡Que le den por culo! ¡Esto está amañado!
-Si te vistieras como es debido, te puntuarían mejor -le comenta su entrenadora Diane Rawlinson [Julianne Nicholson].
-¡A la mierda! ¡Despedida! -le grita Tonya, atormentada también en casa por su marido Jeff Gillooly. Crónica de un divorcio anunciado.
Yo, Tonya es una comedia negra que te hace reír -"mi personaje se está esfumando ahora mismo. ¿Qué coño pasa?", se queja LaVona, a quien da vida una infinita Allison Janney-, llorar, que te remueve por dentro y te ayuda a entender mejor a quien compite en la élite. Tras cada alegría y frustración se esconden mil detalles que nunca conoceremos. Sí sabemos que Shane Stant agredió con una barra de hierro a Nancy Kerrigan [Caitlin Carver], la archienemiga de Tonya Harding. Fue enero de 1994, en una pista de Detroit. Kerrigan no pudo disputar los campeonatos nacionales, que ganó Tonya Harding y que repartían dos plazas para los Juegos Olímpicos de Invierno de Lillehammer. El comité le acabaría dando el otro lugar a una Nancy Kerrigan que logró la medalla de plata olímpica. Tonya Harding sólo pudo ser octava.
De la agresión se habló en todo el mundo. Kerrigan era la antítesis de Harding: diplomática, ejemplar y de familia pudiente. Tenía el cariño que siempre anheló Harding. Aunque no se pudo probar su implicación en el ataque a su rival, la opinión pública siempre la vio culpable. Sí quedó demostrado que el atacante había sido contratado por Jeff Gillooly y Shawn Eckhardt, amigo de éste y guardaespaldas de Tonya.
Para evitar ir a la cárcel, Tonya Harding se declaró culpable de obstaculizar la investigación del incidente y el juez Donald Londer, de Multnomah (Portland), la condenó a tres años de libertad condicional, 500 horas de servicio comunitario y una multa de 160.000 dólares. ¿Colaboró o no en el ataque? La Asociación de Patinaje Artístico de Estados Unidos lo tuvo claro: la vetó para siempre en sus competiciones y le despojó del oro en los campeonatos nacionales.
-¿Ya no patinaré más? Prefiero una pena de cárcel... -le suplica al juez la Tonya Harding cinematográfica. Con 23 años ponía punto y final a su corta e intensa carrera como patinadora.
"Me mudé de Oregon a Washington porque en Oregon eran idiotas. Los había decepcionado... ¿Cómo se puede decepcionar a todo un estado? Un minuto: ¿cómo se puede decepcionar a todo un país? Fui una mentirosa a los ojos de todo el mundo. 23 años más tarde van a cerrar el pico. Eso es todo lo que tengo que decir", advirtió la auténtica Tonya Harding en una entrevista para The New York Times días antes del estreno de una imprescindible Yo, Tonya. Un juego de versiones y de contradicciones. Como la vida misma.
I, Tonya (Yo, Tonya). Dirección: Craig Gillespie. País: Estados Unidos. Duración: 121 minutos. Reparto: Margot Robbie, Sebastian Stan, Allison Janney, Caitlin Carver, Julianne Nicholson, Bojana Novakovic, Mckenna Grace, Paul Walter Hauser, Bobby Cannavale, Renah Gallagher, Amy Fox, Ricky Russert, Jeffery Arseneau, Bobby Akers, Suehyla El-Attar, Kaleigh Brooke Clark, Catherine Dyer, Joshua Mikel, Jason Davis. Guión: Steven Rogers. Música: Peter Nashel. Fotografía: Nicolas Karakatsanis. Productora: Clubhouse Pictures / LuckyChap Entertainment / 30West / Ai Film. Género: drama - biografía. Valoración 4 sobre 5.