Este fin de semana se ha celebrado las 24 horas en Can Dragó. La idea es que la gente se apuntara y lo recaudado sirviera para la lucha contra el ELA, que es una enfermedad neuromuscular que cursa con una degeneración selectiva de las motoneuronas , las encargadas de innervar los músculos implicados en el movimiento voluntario. Vamos, que para los que no sabíamos lo que es, solo hay que pensar en Stephen Hawking y que él padece esa misma enfermedad.
Como uno de mis trabajos está relacionado con los deportistas, he tenido la ocasión dehacer una especie de puerta fría con un grupo de deportistas a los que sigo en las redes sociales y que tengo mas relación como puede ser Gabriel y Toni que tuve el placer de conocerlos en la Esquinica, y a Joana que accedió a sentarse conmigo para un estudio de marketing, al resto los conocía por interactuar con ellos con una pantalla por en medio como Miguel Martínez de run4us.
La verdad, es que me sentía como un pulpo en un garaje. Me hacía ilusión ir conocerlos en persona a varios de ellos y no niego que el componente sentimental de que corrieran en Can Dragó era un punto a favor. En ese recinto deportivo he pasado muy buenos años y guardo muy buenos recuerdos.
Reconozco que llegué más tarde de lo que esperaba y la prueba ya había comenzado y veía a gente, a mucha gente, corriendo por la pista. Por los bordes de pista de atletismo había tanta o mas gente que dentro saludándose, dándose ánimo y charlando entre ellos. Esto fue lo que más me llamó la atención, a pesar de ser grupos diferentes, todos se conocían y se animaban, era un grupo compuesto de pequeños grupos que formaban parte de esta colectividad unida por una afición común.
Y allí estaba yo, con mi traje, mis zapatos, mis cajas de Push Bars más perdido que un pulpo en un garaje hasta que me han enviado un par de mensajes para localizarme. Una vez me han presentado, he hablado un poco y me he sacudido esta timidez que tengo -bueno, no del todo me la he quitado de encima pero bueno- más o menos he podido empezar a beber el ambiente y entender todo lo que hace que este grupo de personas sean algo más que un colectivo.
Es lo que ya conocía de otros entornos, quizás son rivales, quizás son amigos, pero comparten un afición y una pasión que los une por encima de camisetas y crea un ambiente de compañerismo que se puede ver en muy pocas empresas, lo cual deja en muy mal lugar a todos los departamentos de RRHH y gestores de personas.
El caso es que he llegado a conocer a un persona que me tenía fascinado con sus historias y le han dicho ¿lo conoces?, refiriéndose a mi. La pobre no me podía conocer porque la marca es un logo y mi cara, afortunadamente, no salía. Cuando le han dicho el nombre ya ha caído y hemos charlado un rato.
En resumen, no ha sido tanto el ir para que me conozcan como empresa, sino que el viaje ha dado un giro inesperado y he sido yo que los he conocido un poco más como personas y he empezado a entender de nuevo el significado de pertenecer a un grupo.
Publicado originalmente en Push Bars
Si os soy sincero, más que estudio de Marketing era para que me ayudara a entender este mundo del running.
Alimentación y suplementos para deportistas, y encima está realmente buenas.