Entre las anécdotas destacar:a) Cómo el arranque del concierto (el Preludio de la Suite nº 1) fue "acompañado" de un rumor de disparos de cámaras fotográficas de lo más groseras, maleducadas y poco profesionales (¿no saben silenciar las digitales?), para que luego me llamasen la atención por una foto sin flash ni sonido una vez finalizada la actuación de la primera parte cuando el artista salía a saludar.b) La mala educación y desconocimiento del "saber estar", que parece contagioso -como las propias toses- sobre todo por los dichosos celulares o móviles que "acompañan mal" la música (se merecían haber parado instantáneamente el concierto). La vida (musical) era mejor sin estas tecnologías, que por otra parte también necesitan saber usarlas correctamente. De nuevo la falta de educación... c) La presencia de numerosos músicos, muchos de la OSPA y la OvFi, así como de Avilés y resto de Asturias, casi diría que venidos de toda España. A algunos ni los pude saludar por la prisa en volver para Mieres, pero son eventos imperdibles.d) La abundante asistencia de "autoridades" desde el Presidente hasta algunos ministrines (consejeros) pasando por las locales, eso sí, blackberry en la oreja paseándose por el pasillo cuando todos estábamos en nuestras localidades, evidentemente "chupando cámara" en vez de intentar ser simples conciudadanos (lo de melómanos creo que les queda demasiado grande). Chóferes y autos oficiales les esperaban afuera, subidos a la acera en zona de acceso restringido para los demás mortales.
e) Mucha gente joven que no abunda en estos eventos, junto a estudiantes y aficionados en general, consiguiendo un nuevo lleno y localidades agotadas hace días
Si alguien aún no se cree lo que supondrá Avilés en breve dentro del circuito cultural y más en concreto musical, es que está ciego.
P.D. 1: Reseña de F. Robles en LVA y crónica de Alberto Piquero en El Comercio del sábado 18.