Es más probable que recurra al concurso de algunas de las embajadas lacayas de Estados Unidos en La Habana que, violando la convención de Viena, suelen ofrecerle servicio de internet a los mercenarios cubanos.
La bloguera, como expuso hace poco un programa transmitido por la televisión cubana frecuenta habitualmente embajadas como las de Checoslovaquia, Polonia y, por supuesto, la Oficina de Intereses de las Estados Unidos en La Habana.
También es posible que, teniendo en cuenta el profundo aprecio que le profesa el Departamento de Estado norteamericano, la bloguera disfrute de las amabilidades que ofrecen equipos de alta tecnología similares a los introducidos recientemente en la Isla por contratistas y colaboradores de la CIA.
Como quiera que sea, como siempre sucede cuando se trata de la bloguera mercenaria, no viene bien la mentira con el billete.
Si en Cuba, como asegura y perjura el gobierno de Estados Unidos, se le prohíbe el acceso de internet a los ciudadanos cómo se entiende que Yoani Sánchez pueda darse el lujo de “celebrar el Día Mundial de Internet solo por videoconferencia”. Leer más por M.H. Lagarde