"¿Cuándo vamos a indignarnos públicamente los cubanos? ¿Cuándo vamos a entender que aquí hay miles de razones para indignarse?", escribió este viernes Sánchez en la red social Twitter.
Seguro que los cubanos tienen unas cuantas razones para indignarse: todos los días la economía de la Isla pierde miles de dólares, se bloquean sus producciones e importaciones, su salud y su educación, y encima, deben soportar sinnúmero de agresiones por los mismos que han provocado la indignación en varios países: los capitalistas que lucran con todo encabezados por Estados Unidos.
Contradiciéndose públicamente declaró a la propia agencia que el movimiento de los "indignados", surgido en España y extendido a otras partes del mundo, es "un movimiento ciudadano, es la indignación desde muchos ámbitos, por lo apabullados que se puedan sentir con el consumo" pero dijo no creer "que tenga un perfil ideológico definido".
El fenómeno una vez más descoloca a Yoani Sánchez para quien estar en contra del lucro del sistema no tiene "perfil ideológico", en sintonía con lo que intentan hacer los círculos de poder para mediatizar las protestas.
Considerándose, con su habitual prepotencia, una analista y conocedora aconsejó a los indignados que el modelo cubano no representa una alternativa al sistema que critica el movimiento indignado, pero resulta que lo que los mismos están pidiendo es lo que modestamente la Revolución les ofrece a sus coterráneos, en medio de un bloqueo brutal y constantes agresiones para las que ella misma se ofrece.
Si en Cuba informan de los indignados es malo y si no, es que ocultan. Ha aprendido bien las trampas de los politiqueros miamenses.
Ya la Sánchez había pedido una “revuelta iraní” en el Cuba, luego una “Primavera Árabe” en El Malecón y ahora “una indignación” que no llega, mientras ella pregona para la Isla el "capitalismo sui géneris".