Yodels, el paraíso de los trolls

Publicado el 17 junio 2015 por Ciberantropologia @alfonso2punto0
Que la red nos transforma no es nada nuevo. Que todo lo que escribamos en ella quedará registrado para siempre, no es novedad. Y si no, que se lo digan a Zapata, al flamante concejal de cultura de Madrid. Porque vivimos en un país en el que gran parte de los delitos de guante blanco prescriben a los cinco años,  pero lo escrito en Internet, en el caché de Google está de por vida. ¡Ojo! teniendo en cuenta que de por vida, en la intrahistoria de internet, es relativamente poco tiempo. Agazapada, latente, en espera de que un enemigo la encuentre, una opinión fuera de tono, un mal chiste o una foto inapropiada puede salir a la palestra para hacernos pasar un mal trago.
Por ello, como hemos analizado en otras ocasiones, no es extraño encontrar casos de doble personalidad. Suplantación de identidades o directamente identidades ficticias para favorecer intereses concretos son casos frecuentes en la red. Visto esto ¿estamos preparados para una red totalmente anónima? Bajo este premisa aparece Yodels, una apps en el que el GPS de nuestro dispositivo móvil nos vincula al resto de usuarios de nuestro entorno próximo. Bueno, realmente vincula opiniones, ya que una vez instalada, Yodels nos permite dejar opiniones en el tablón de nuestra zona, de manera anónima. Nuestros comentarios pueden ser valorados positiva o negativamente y/o respondidos, de manera igualmente anónima, por otros usuarios. 
La idea, que a priori puede ser interesante, no es difícil que se desborde. Es lo que ha ocurrido en la localidad de Montijo, donde el espacio de intercambio se ha convertido en un entorno hostil, con insultos y amenazas, hecho que ahora investiga la guardia civil.
Sin duda Internet nos aporta una serie de herramientas que pueden mejorar notablemente nuestras vidas. Pero es igualmente cierto que esa capacidad para amplificar el bien puede ser rápidamente revertida para, como en este caso, hacer daño. Condición humana.alfonsovazquez.comciberantropólogo