Yodo en el embarazo : importante para el desarrollo del bebé

Publicado el 20 julio 2013 por Demoniatentacion
  Durante el embarazo conviene vigilar nuestra alimentación y poner especial atención en algunos elementos como el yodo, que son esenciales para el buen desarrollo de nuestro bebé.   El yodo es un mineral que necesitamos en cantidades muy pequeñas, sin embargo su carencia puede ocasionarnos diversos problemas de salud. Esto ocurre porque nuestro tiroides lo utiliza para fabricar las hormonas tiroideas, responsables de muchas funciones esenciales para que nuestro organismo funcione correctamente. Durante el embarazo, la mujer tiene que producir más cantidades de hormona tiroidea, y por lo tanto aumentan las necesidades de yodo. La falta de yodo durante el embarazo puede provocar enfermedades tiroideas y en el desarrollo del cerebro del niño. De hecho, un estudio en el que han participado investigadores de la Universidad de Granada reveló que los niños en cuyas madres se detectaron deficiencias de yodo durante el embarazo presentan, a los ocho años de edad, un coeficiente intelectual tres puntos inferior al del resto, y una habilidad de lectura peor a los nueve años. Para llegar a estas conclusiones, los científicos analizaron el yodo en muestras de orina de más de mil mujeres embarazadas y, años después, evaluaron las habilidades cognitivas de sus hijos.  

Estoy embarazada, ¿cuándo debo empezar a tomar yodo?

Lo más probable es que tu médico te recete un suplemento de yodo desde el primer momento, e incluso desde tres meses antes de buscar el embarazo, si acudes a una consulta previa. Normalmente estos suplementos contienen también otros componentes esenciales como el ácido fólico. En una de sus últimas publicaciones, la British Dietetic Association aconseja una ingesta diaria de yodo durante la gestación y la lactancia de 250 microgramos al día, mientras que para el resto de adultos bastaría con 150. Además, los expertos también aconsejan obtener el yodo a partir de la alimentación natural. La principal fuente es la sal yodada, pero su exceso no es recomendable en mujeres embarazadas, y es mejor consumir el yodo a través de pescado y productos lácteos. El marisco también es fuente de yodo, pero está desaconsejado durante el embarazo por los niveles de cadmio que almacena. De todas formas, tampoco se trata de angustiarse: hasta hace unos años, ni siquiera existían los suplementos de yodo. Si te has quedado embarazada y no lo estabas tomando, solo tienes que comenzar ahora.