YOGEN NO NAYUTA: Demonios sin habla, humanos sin corazón... | MANGA

Publicado el 18 noviembre 2023 por Juleswk @jules_wk

¿Hasta dónde puede llegar el ser humano para salir ileso?

Una pregunta que me viene a la cabeza tras leer la obra de hoy, un corto y muy directo mensaje sobre lo descorazonador que puede llegar a ser la sociedad, de lo fuerte que puede ser un lazo de sangre y de la identidad de los verdaderos demonios que habitan este lugar. Una obra que a la postre cimentaría las bases para tremendos éxitos actuales tanto a nivel visual como sobre todo narrativo en la carrera de Tatsuki Fujimoto... esto es: Yogen no Nayuta.

|Autor: Tatsuki Fujimoto|

Yogen no Nayuta es una historia en formato One-shot publicada en 2015 bajo la autoría del ahora afamado mangaka Tatsuki Fujimoto, también creador de Fire Punch y de Chainsaw Man , esta útima siendo una obra con la que Yogen no Nayuta comparte algunos paralelismos y sobre la cual se mueve el mismo concepto: El uso de demonios como espejo en el cual reflejar las monstruosidades del ser humano, siendo contrapunteado en esta ocasión por otro factor de peso: los lazos de sangre entre 2 hermanos.


Un cuento sobre una profecía que involucra a una niña con cuernos que se dice que traerá destrucción sobre el mundo y a su hermano.

La historia nos pone tras la vida de los hermanos Kenji y Nayuta, huérfanos tras el fallecimiento de su madre al nacer la pequeña y la reciente desaparición de su padre, quedando solos contra el mundo y no teniendo nada más que su apoyo mutuo. Lamentablemente este no parece ser mucho pues mientras que Kenji es un chico normal, Nayuta tiene ciertas peculiaridades: Al nacer, se predijo que por su culpa llegaría el fin del mundo o lo que es lo mismo, que ella, como demonio que era, sería la causante de traer el apocalipsis y mucho sufrimiento al mundo entero, incluido su hermano. Y esta creencia no hace sino empeorar día tras día con el comportamiento "salvaje" y poco comunicativo de la niña, siendo que el único que aun cuida de ella y cree en su inocencia es su hermano...

Es así que durante nuestro relato somos testigos de cómo es que Kenji trata de sacar adelante su hogar y de cuidar a su hermana mientras que esta hace cosas como comer ratas, asesinar ganado o llevarle cabezas de cerdo y botárselas en la cara, todo al tiempo en que la gente se enoja más y más, teniendo un punto cumbre tras cierto suceso con Kenji y aquellos a quienes debían dinero. Y es cuando menos curiosos que lo que hasta este punto se nos presentaba como una historia entre 2 hermanos inconexos, se torna en una crítica con muchas capas de verdad y que golpea directamente a la conciencia social: La enajenación ante los problemas del resto. Haciéndonos preguntar ¿Quiénes son los verdaderos demonios?

Porque al final Nayuta no es tan demonio y aquellos que se quejaban de ser victimas tampoco son tan decentes. Porque lo que es una incapacidad de comunicación compensada con preocupación de hermanos, se contrapone a lo que era el bien común y que termina retratado como el egoísmo y la bajeza en busca de supervivencia. Y sí, Nayuta es un demonio de nacimiento, no puede evitarlo pero... ¿Y las otras personas? Aquellas que lejos de intentar acercarse y comprender han cedido a la histeria excusándose en el "beneficio y salvación del mundo" ¿Acaso ellos no son tan perversos como la pequeña? No, no tienen cuernos ni magia pero sí un corazón y una conciencia que la obra se encarga de retratar... directo de la realidad, no importa raza, situación social o religión, trasladen esta historia a nuestro mundo y verán que tan bien encaja. Como ya escribía, una pequeña sin palabras ante un grupo de personas sin oídos y peor, sin ganas de escuchar.

Aun si Nayuta es la villana... Nayuta es mi hermana. Como su hermano mayor debo permanecer a su lado.

Afortunadamente estamos ante una obra con algún racimo de esperanza. Y en este caso se nos presenta en la forma de Kenji, el maltratado hermano que pese a todo, comprende que aquello que necesita Nayuta no es condescendencia, es aceptación, no tanto de ella misma sino de la situación. Porque sí, Kenji se queda junto a su hermana y busca lo mejor para ambos pero no por ello es el héroe de una historia en la que los héroes no existen... una historia en donde ambos hermanos ponen de su parte y comienzan mejorando el mundo a través de mejorar su relación sin palabras.


Y precisamente hablando de su autor, Yogen no Nayuta sirve como pretexto y plataforma de Fujimoto para explorar y ensayar diseños que veríamos después sobre todo en Chainsaw Man, teniendo un característico trazo fuerte y algo desgarbado pero que encaja perfecto con la violencia presentada eso sí, de manera más estilizada que en el hombre motosierra. Así mismo, el nivel de detalle y uso de las viñetas ya establece desde aquí sus primeros grandes aciertos, dotándolo de profundidad y un gran uso de luces y sobre todo sobras entintadas. En fin que si ya has leído Chainsaw Man o Fire Punch, debes saber que aquí es donde comenzó todo.

Los humanos somos seres cuando menos curiosos: capaces de los mejores milagros y de las más grandes muestras de generosidad y, al mismo tiempo, causantes de las peores calamidades y de nuestra propia destrucción. Yogen no Nayuta es un retrato de ello, un relato poco críptico y sí bastante mordaz de lo enajenados que podemos ser ante los problemas y diferencias de otros respecto a nuestra propia vida, siempre buscando hacer sin que nos hagan, hacernos entender sin escuchar y teniendo miedo por nuestra propia ignorancia. Yogen no Nayuta es cruda, directa y sí, también algo comprimida, pero como otros trabajos del autor, un fiel retrato de los demonios reales, esos que nos disfrazamos tras la mascará de la humanidad...