“Yojimbo”: el Ronin que inspiró a “el hombre sin nombre”

Publicado el 25 junio 2012 por Jongs @JonGS
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En occidente el espectador por lo general es consciente de toda la iconografía mostrada en el clásico western americano así como los diferentes roles que juegan los personajes de este género cinematográfico. Es habitual encontrar ciertos lugares comunes como puede ser el enfrentamiento entre el bien y el mal, la debilidad y maltrato del que son objeto niños y mujeres, la amoralidad del protagonista, la distribución de los edificios y calles del pueblo, utilización de grandes angulares, etc.

Yojimbo (Akira Kurosawa, 1961) toma prestados todo el background y referentes del cine de John Houston y lo hace suyo mediante la incorporación de elementos de la cultura japonesa. Tres años después de su realización, Yojimbo fue plagiado (o homenajeado) por uno de los clásicos del Spaghetti Western como es “A Fistful for Dollars” (Sergio Leone,  1964).

Es importante conocer el término Ronin (hombre que merodea) para situar el contexto de Yojimbo. Un Ronin es un antiguo samurai que se ha quedado sin amo y sin trabajo debido a que su clan ha sido derrotado, su amo le ha despedido, o voluntariamente y sin su permiso ha decidido abandonar. El Ronin por lo general era contratado por aldeas como Yojimbo (guardaespaldas).

Yojimbo nos sitúa en el año 1860 cuando tras el alzamiento de la clase media ha llegado el fin para el régimen de los Tokugawa. Un Ronin (Toshiro Mifune), de gran habilidad con la espada, deambula sin rumbo fijo buscando su destino tras haberse quedado sin empleo. Él mismo se ha puesto el nombre de Kuwabatake Sanjurō y improvisando aclara que significa “Thirty year-old Mulberry Field”. En este punto ya surgen dos claras similitudes con la trilogía de Sergio Leone; por un lado Clint Eastwood es llamado “El hombre sin nombre” y al igual que Toshiro Mifune carece de nombre real; por otro lado la habilidad con diferentes armas, el uno con el revolver y el otro con la espada.

En la primera escena de la película Sanjurō camina por un lugar perdido sin rumbo fijo tras lo cual arroja una palo al aire para que le señale el camino a seguir. Ese camino lo llevará hasta un desolado pueblo en el que los miembros de dos bandos enfrentados se esconden tras las ventanas y el único habitante en la calle es un perro que deambula con una mano amputada en la boca. Sanjurō pronto es abordado por un inquisitivo vecino que le propone trabajo como Yojimbo y le trata de influenciar para que se posicione con uno de los dos clanes corruptos que mantienen dividido el pueblo; el clan del mercader de algodón y la familia del mercader de Sake. Sanjurō como buen estratega y al igual que El hombre sin nombre de A Fistful of Dolars (tercer punto en común) tomará el camino neutral y se instala en la posada para reponer fuerzas y pensar en sus próximos movimientos.  Continuará…