Hay veces que la vida te pone a seres extraordinarios en el camino.
No sucede muy a menudo pero cuando ocurre te invaden las ganas de aprender, de sonreír, de mejorar, de vivir…
Y todo eso y mucho más es lo que pasa cuando tienes a Yolisa cerca. Porque esta preciosa mastina que se quedó con toda la ternura del mundo en sus ojos castaños, es un ser extraordinario. Todo en ella es excepcional: su bondad, su nobleza, su lealtad, su fidelidad, su amabilidad, su tolerancia, su apacibilidad y su tamaño, por supuesto.
Yolisa nos enseña muchísimas cosas, todas importantes; por ejemplo que una sonrisa cuesta muchísimo menos esfuerzo que un rictus de enfado; que la paciencia es una sabia consejera; que los abrazos son la mejor terapia; o que caminando pausado se llega mucho más lejos.
¡Hasta para hacerle fotos resultó la mejor de todos! Porque es preciosa, sí, pero porque demostró una paciencia infinita ante la cámara.
¡Y es tan pero tan dulce, tan pero tan cariñosa! ¡Si no ronronea es porque es una mastina y no un gato!
Es buena con los niños, con las personas mayores, con los perros, con los gatos. Da igual la raza, la especie, el sexo o el tamaño, Yolisa tiene para todos un gesto dulce, la ternura de un bebé y la paciencia del Santo Job.
Yolisa puede vivir en un piso: es limpia, es obediente, es inteligente y es tranquila, incluso se hace pequeña (aunque os parezca mentira) cuando se echa a dormir.
Yolisa no quiere ni busca parcelas, campitos o jardines en los que pasear su soledad o en los que recibir cuatro mimos los fines de semana. Yolisa quiere y busca una familia en sentido estricto, quien la quiera para convertirla en un miembro más. Porque se lo merece, porque se lo debemos.
Yolisa es alguien extraordinario, especial, único; un alma buena; un regalo de la vida.
Ah, que se nos olvidaba, Yolisa nació hacia el mes de Junio de 2009.
Está en Sevilla, pero se envía a cualquier provincia.
Para adopciones: difusiones.sofia2@gmail.com