Hay lugares que son tan sorprendentes que te dejan sin respiración a pesar de ser todo frescura y aire puro, así es Yosemite en California (Estados Unidos), hasta donde fui como parte de mi road trip por Arizona, Nevada y California.
El Parque Nacional de Yosemite está en el centro de Sierra Nevada, California. En mi caso, me hospedé en Mariposa para estar muy cerca y poder trasladarme hasta allá de forma rápida; otro punto cercano y más conocido es San Francisco, que queda a unas 3 horas de distancia por carretera.
Mariposa es un pueblo pequeño y agradable, con pocas calles por recorrer pero sitios interesantes y amigables para disfrutar. Desde ahí, el trayecto hasta el Parque Nacional de Yosemite toma un poco más de una hora.
Lo primero al llegar al Parque Nacional de Yosemite fue transitar por sus carreteras que se ven rodeadas de árboles propios de las montañas. Este parque nacional está dividido en 5 enormes áreas y resulta imposible pasear por todas en tan sólo un día, por lo tanto y en mi caso, fui a visitar las que son más conocidas: El Capitan, Glacier Point, Sequoias Groves y parte del valle.
Un lugar obligado es Tunnel Point porque la vista desde ese mirador es impresionante, ese valle es único! Luego seguí y no dejé pasar la oportunidad de hacer varias paradas para tomar fotos y caminar. Por cierto que leí que este parque tiene más de 1,300 kilómetros de senderos aptos para caminatas y 24 kilómetros, para andar en bicicleta, así que es el perfecto destino para los que aman el senderismo y el ciclismo de montaña.
Después fuimos a visitar otro must de Yosemite, El Capitan, una sorprendente formación rocosa que es todo un reto para los que gustan de escalar. Durante mi visita pude ver a lo lejos algunos alpinistas subiendo y por la noche duermen en las alturas y los visitantes suelen lanzarles luces cómo símbolo de apoyo, entonces ellos responden desde lo alto también con su luz.
A media mañana fui al brunch que se suele servir todos los domingos en el hermoso Ahwahnee Dining Room, en el The Ahwahnee, que está dentro del parque nacional. Es un hermoso hotel con restaurante, salones, áreas boscosas, en invierno debe ser bellísimo.
Luego continúe por carretera para visitar las que son quizá las áreas más famosas del Parque Nacional de Yosemite: Glacier Point y Sequoias Groves.
Esas secuoyas sí que son gigantes!! Es impresionante ver semejante tamaño de árboles. Esta especie es la más grande del mundo y miden entre 50 y 85 metros de altura, mientras que el grosor de su tronco también alcanza medidas extraordinarias, alrededor de unos 7 metros de diámetro. La joya de la corona en esta zona es la secuoya llamada Grizzly Giant y para verla hay que caminar un poco hasta encontrarla de frente, erguida… gigante!!
Grizzly Giant tiene nada menos que unos 1,800 años de edad, su tronco mide 8.5 metros de diámetro y su altura es de 63 metros, más que la mismísima Estatua de la Libertad.
Por último visité Glacier Point, su nombre lo dice todo, y aunque seguramente en invierno debe ser aún más espectacular, en otoño también vale la pena estar ahí y recorrerlo por un rato.
Realmente me quedaron muchas ganas de regresar en algún invierno, porque he leído que nevado el lugar es único además de que tiene muchas actividades propias de la temporada, como lecciones de sky, pista para patinar sobre hielo y mucho más.Un destino muy apropiado para ir en familia o visita romántica.
Al siguiente día abandoné Mariposa para ir hasta Monterey Bay, que me recibió con un sol brillante, el sonido de las focas y leones marinos, y un largo atardecer.