El contratenor alemán Klaus Sperber, conocido artísticamente por su falsetto nombre artístico, cambiaría su apellido por el anagrama de OMNI -revista americana de ciencia ficción- tras aterrizar en el East Village neoyorkino como extraterrestre y artista performance de la mano de David Bowie. Combinaba el estilo sintético de un níveo maquillaje, con la etiqueta de unos trajes de colores plásticos que iban del blanco y negro al ácido; hombreras espaciales de formas triangulares que, con todo, aumentaban su versión más alienígena de sí mismo, y eso que su voz era muy familiar aquí en la Tierra por la resonancia que mantenía con la gran María Callas, muy admirada por el artista. Desvinculado de etiquetas musicales en alza a principios de los ochenta como el New Wave, su particular ariete vocal potenciaba la ópera, el pop y el vodevil -Dark cabaret-, a medio camino entre la alta y la baja cultura, un espectáculo que entusiasmó desde el principio al velvet underground bohemio neoyorkino y a sus líderes, Andy Warhol o Nina Hagen, -o la misma Blondie aká Debbie Harry-.
"He came from outerspace to save the human race" dejando pistas de su paso por la Tierra tan inquietantes como las piezas musicales Total Eclipse, en donde homoerotiza al Sanson de la obra de Haendel para explicar la persecución que mantenían heterosexuales a su mismo colectivo gay; o The cold song, que serviría de banda sonora para la excelente película de Maurice Pialat "A nous amours" (A nuestros amores) estrenada el mismo año de su fallecimiento.
loveit Lady GaGa meets Klaus Nomi's costume
[The Nomi Song] A Film by Andrew Horn feature Palm Pictures