En el juego de Ruber controlaremos al bueno de Macario, un pirotécnico encargado de los fuegos artificiales de las diferentes ciudades en las que transucrre el juego. Sin embargo, Macario, que debe ser algo agarrado, sólo cuenta con una cerilla, así que tendrá que prender la mecha de todos los cohetes que aparecen en pantalla antes de que la propia cerilla se consuma. Terriblemente adictivo y simple, el juego de Ruber triunfa precisamente por centrarse en la jugabilidad, y aunque quizás en ocasiones los enemigos parecen actuar un poco a lo loco, lo cierto es que las partidas enganchan desde el prinipio. Si corremos demasiado, caemos, o tocamos a los enemigos, veremos como la cerilla se consume más rápido hasta que nos quememos con un sonoro "¡Ay!", perdemos una vida y tendremos que empezar de nuevo el nivel.
Más info y descarga del juego en la ficha de la web de Ludum Dare