A algunas personas les puede parecer extraño que una guionista y stripper como Diablo Cody y un director relativamente joven como Jason Reitman puedan hacer películas que te puedan hacer reflexionar y reír al mismo tiempo. Sin embargo, nos ofrecieron una visión muy positiva de la familia e interpretaron la defensa de la vida razonablemente bien en la película de embarazada adolescente, Juno (2007), donde se proponía a la adopción como una solución para acabar con la lacra del aborto.
Pues bien, este tándem de oro repite cartel, narrando la vida de una escritora, de cierto éxito, que tiene problemas con el alcohol y cuya vida carece de sentido. Esta autora, para ocupar el hueco dejado por su divorcio, intentará conquistar a un amor de la Secundaria. No obstante, hay un problema: este “amor” está casado; enamorado de su mujer y, de propina, tiene un hijo.
Como decíamos, Jason Reitman es un realizador profundo en sus planteamientos a pesar de que las historias que cuenta puedan parecer vacías y superficiales. Young adult (2011) debería haberse catalogado como melodrama más que como una comedia dramática y presenta un ritmo demasiado pausado, que lastra la historia. El guión, sin ser brillante, radiografía de modo casi perfecto el pensamiento dominante del hombre postmoderno.
Por otra parte, en ocasiones, el sinónimo de belleza suele ir unido al de una mala interpretación. En cambio, en el caso de Charlize Theron la belleza y la capacidad artística van de la mano. La actriz transmite a la perfección el patetismo de su personaje y su capacidad para transfigurar la realidad, lo que le ha valido para estar nominada a los Globos de Oro.
La película nos ofrece un inteligente retrato de una parte de la sociedad instalada en el materialismo y el hedonismo solamente preocupado por la imagen. Young adult (2011) es una acida crítica a la cada vez más extendida inmadurez del hombre actual incapaz de afrontar las dificultades que todos nos encontramos en el camino y que piensa que se puede jugar con las personas a capricho, actuando en la vida y haciendo lo que a uno le apetece, sin querer asumir las responsabilidades propias de la edad.
El otro mensaje que el cineasta ha querido transmitir es que el matrimonio puede ser fuente de felicidad y es natural en la persona sacrificarse por quien se considera importante en la vida, en este caso, su mujer y su hijo.