Youth: invitación en Si mayor

Publicado el 04 agosto 2016 por Maresssss @cineyear

Como un río de corriente constante, de camino incierto, de mansa pureza y mágica armonía, de la mano del director italiano Paolo Sorrentino nos llega la película Youth, un film que es sin duda una de las obras más completas e interesantes que este humilde redactor ha tenido el placer de disfrutar.

Y es que no podía ser de otro modo con un protagonista como Michael Caine. El dos veces galardonado con el Oscar al mejor actor ejerce en esta ocasión de director de orquesta retirado que pasa sus vacaciones en un rinconcito en los Alpes. Y al igual que en cualquier concierto, en este escenario nuestro protagonista, Fred Ballinger, se mueve entre la melodiosa armonía de un variopinto conjunto de personajes que si bien tocan de formas distintas todos terminan participando en la gran pieza de la vida.

Precisamente alrededor de este tema se mueve toda la película: La música. Y no es de extrañar que Youth fuera nominada al Oscar por la mejor canción original. Durante dos horas cada palabra, silencio, canción, plano y movimiento están orientados a hacernos sentir inmersos en un remanso de paz para nada ausente de las escenas más inesperadas y, a menudo, cómicas.

Si queréis que os cuente más acerca de la relación entre los ricos personajes de Harvey Keitel (en el papel de Mick, un director de cine en el ocaso de su carrera), Rachel Weisz (Lena, hija de Fred Ballinger) o Paul Dano (algo más que Mr. Q) podemos pasar horas analizando cada mirada y cada gesto, pero si leéis esta crítica en busca de algo de información y opinión para engrosar vuestra filmoteca os confesaré que vi la película dos días consecutivos y no es algo habitual en mí.

De modo que, en resumen, si andáis a la caza de una película agradable, divertida y con una banda sonora totalmente fuera de lo común, os doy el visto bueno para esta maravillosa película. Que disfrutéis.