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El oro negro vuelve a crear conflicto en el siglo XXI aunque debería decir que nunca dejó de generarlo dando igual el punto cronológico de la historia. La geopolítica petrolera llevada a cabo por las naciones más fuertes sigue y seguirá enfrentando a aquellos que detentan el poder y cuya intención parece ser, seguir extrayendo todos los recursos posibles del núcleo terrestre hasta dejarlo seco. Cuando hace tan sólo unos días miles de canarios se manifestaban en el archipiélago ante la posibilidad de que se realizaran prospecciones petrolíferas en aguas isleñas, ahora la empresa, que probablemente haga oídos sordos a esos reclamos, ha sufrido un duro varapalo.
Y es que Repsol tras el anuncio de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, de expropiar la filial argentina de Repsol, consiguió que las acciones de la compañía se desplomaran en la Bolsa Española. ¿Las reacciones al respecto? Pues han sido de todo tipo y de diferente índole. Como por ejemplo las palabras del ministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo que hemos podido leer en el diario ABC (www.abc.es) y que a través de un poco afortunado símil con la Casa Real, afirmó que «Argentina se ha pegado un tiro en el pie».
El punto de vista político lo ha puesto el vicesecretario general de Organización y Electoral del Partido Popular, Carlos Floriano al aseverar que Argentina es un gran país pero que está gobernado por gente de la que no puedes fiarte. Además de pedir medidas contundentes al Gobierno de España, país por cierto, gobernado por su formación política. Y al también ministro del Petróleo, José Manuel Soria, no le ha gustado nada lo ocurrido en Argentina sobre todo por el cariño tan reciente y especial que le tiene a Repsol asegurando que le gustaría mucho que el Gobierno Argentino diera marcha atrás. Claro que a Soria no le ha venido mal que esto ocurra, así sabe cómo se sienten en Lanzarote y Fuerteventura cuando otros hacen lo que quieren y tu nada puedes hacer.
Y la respuesta quizá más real y contundente que he recabado, la de la Comisión Europea que cree que ni la UE ni España pueden adoptar medidas de represalia comercial contra Argentina, como limitar sus exportaciones, como respuesta a la expropiación de la petrolera YPF, filial de la española Repsol, porque ello incumpliría las reglas de la Organización Mundial del Comercio. Sobre todo porque Repsol no deja de ser una empresa privada aunque sea española.
Así que la solución que barajan en el Gobierno de España y como pataleta será recortar, ya que le han cogido el gusto a la palabra, en todo aquello que esté relacionado con el país y dejarán de pronunciar palabras que empiecen por “arg” como argumento o argucia. No harán ya parrilladas con carne argentina en el jardín del Congreso y la medida que más han pedido desde el sector madridista del equipo de Rajoy, que Messi no juegue el Barca – Madrid de este fin de semana porque ese saca petróleo…de cualquier jugada.
Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…