"El yuan chino se convertirá en una moneda de uso mundial y eso puede ocurrir mucho más rápido de lo que muchos anticipan. La internacionalización del renminbi tiene el potencial de convertirse en una alternativa al dólar de Estados Unidos, al igual que el euro, y ayudar a empujar al sistema mundial de reservas hacia una estructura de varias monedas de reserva".
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El estudio, realizado por 11 economistas de todo el mundo, incluyendo a los académicos Joseph Stiglitz y Barry Eichengren, no proporcionó un calendario para la conversión del yuan a moneda de reserva. Sin embargo la mayoría de los analistas espera que sea totalmente convertible para el 2020, la fecha límite fijada por Pekín para hacer de Shanghai un centro financiero internacional.
Los mercados financieros mundiales se han centrado intensamente esta semana sobre la variación del yuan luego que el banco central de China anunció el sábado pasado que eliminaría la paridad del yuan con el dólar que está vigente desde julio de 2008. La flexibilización del yuan, que rige desde este lunes 21, le ha permitido una apreciación de 0,2% frente al dólar, en los primeros cuatro días.
El estudio del BAD, titulado El Futuro del Sistema de Reserva Global - una perspectiva asiática, recomendó que las vastas reservas de Asia deben desempeñar un papel más importante en la estabilización del sistema financiero mundial, a través de líneas de swaps, los Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional (DEG) y otros préstamos.
La crisis financiera mundial, originada en el mercado inmobiliario de EE.UU., ha provocado una creciente discusión entre los responsables políticos y académicos sobre los problemas de depender de una moneda única y dominante como ha sido desde el fin del patrón oro con el dólar estadounidense. El estudio del BAD también aprobó la medida de los controles de capital, como una herramienta para fortalecer la gestión de una economía:
Estos controles sobre los flujos de capital tienden a ser más eficaces cuando se hacen de manera coordinada entre los países que son objeto de rápidos movimientos de capital, en lugar de que cada país reaccione de manera unilateral".
Taiwan implementó los controles de capital en noviembre del año pasado, mientras Indonesia adoptó medidas para gestionar los flujos de capital la semana pasada. Corea del Sur se sumará pronto en esta dirección regulando la negociación de derivados de divisas de los bancos extranjeros. Desde el año 2000, las reservas globales de divisas han aumentado en 6,15 billones de dólares alcanzando 8,09 billones de dólares a fines de 2009. China y Japón poseen el 42 por ciento de las reservas mundiales.
Enlace al informe del Asian Development Bank: The Future Global Reserve System — An Asian PerspectiveUna mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización