Camaradas,
Después de tan sólo doce días de campaña, el Gobierno de Yugoslavia ha firmado hoy a las 21:00 horas de la noche la capitulación incondicional. Superado ampliamente por las fuerzas de la Wehrmacht y sus aliados del Eje a Yugoslavia no le ha quedado otra alternativa. Termina así, por tanto, la agonía de una nación que hace apenas tres semanas llegó a rubricar su alianza con las potencias del Eje y a la que la insensata vanidad de una serie de conspiradores serbios terminó convirtiendo en su enemiga. Los verdaderos responsables de esta atrocidad, a saber, el general golpista Dušan Simović y su cómplice, el Rey Pedro II, no han sabido estar a la altura de las circunstancias y han huido del país sin querer afrontar sus culpas. No obstante, el refugio que han escogido, Atenas, no parece la mejor opción, con nuestros panzer rodando hacia el sur de Grecia y pasando por encima de todos los obstáculos que les tiende el enemigo.
Las pérdidas que han sufrido las fuerzas de ataque alemanas durante la Campaña de Yugoslavia han sido sorprendentemente bajas. Durante los doce días de combates, la cifra total de bajas asciende a 558 hombres con 151 muertos, 392 heridos y 15 perdidos en combate. Durante la marcha del XLI Cuerpo Panzer sobre Belgrado, por ejemplo, el único oficial que resultó muerto en acto de servicio cayó víctima de una bala disparada por un francotirador civil.
La Luftwaffe ha perdido aproximadamente 60 aviones sobre Yugoslavia, lo que ha supuesto también la muerte de 70 pilotos y tripulaciones. El Ejército Italiano ha sufrido algunas bajas, sobre todo durante el transcurso de la frustrada ofensiva yugoslava en el norte de Albania. La Regia Aeronautica, por su parte, ha perdido diez aviones, con otros 22 dañados. Por último, el Ejército Húngaro ha sufrido alrededor de 350 bajas (120 muertos, 223 heridos y 13 desaparecidos) como resultado sobre todo de los proyectiles de artillería disparados por las fuerzas fronterizas yugoslavas y de los ataques contra la región de Vojvodina. Un cuarto de estas pérdidas se debieron a un accidente que sufrió un avión cargado con 30 soldados paracaidistas húngaros el pasado 12 de abril.
Los alemanes han capturado entre 254.000 y 345.000 prisioneros yugoslavos, además de un considerable número de soldados de etnia croata, alemana y húngara que habían sido reclutados a la fuerza por el Ejército Yugoslavia y que han sido liberados de inmediato. Los italianos han capturado a otros 30.000 yugoslavos. Cerca de un millar de soldados y algunos centenares de miembros de la fuerza aérea yugoslava han escapado a Grecia, donde habrán de enfrentarse a la inminencia de una nueva derrota.
La Real Fuerza Aérea yugoslava ha perdido 49 aviones a manos de los cazas del Eje y del fuego antiaéreo, con muchos más seriamente dañados. Estas pérdidas han supuesto la muerte de 27 pilotos de caza y 76 tripulantes de bombarderos. Otros 85 aparatos militares han sido destruidos en tierra debido a ataques aéreos contra los aeródromos, así como cientos de aviones civiles.
A pesar de estas pérdidas, unos 70 aviones yugoslavos escaparon a Grecia, aunque un ataque devastador de la Regia Aeronautica contra el aeródromo de Paramitia destruyó a varias docenas de modo que, al final, tan sólo 9 bombarderos y aviones de transporte han conseguido llegar a Alejandría y ponerse al servicio de los británicos. Más de 300 aviones auxiliares y de entrenamiento yugoslavos han sido capturados intactos y transferidos a la recién creada Fuerza Aérea del Estado Independiente de Croacia, con algunos otros siendo enviados a Finlandia, Rumanía y Bulgaria.
Uno de los mayores aliados de la Wehrmacht en esta campaña ha sido el propio Alto Mando Yugoslavo, cuyo planteamiento estratégico lo ha abocado a la derrota desde el mismo comienzo. En parte debido a su propia incompetencia y en parte debido a las divisiones existentes entre las diferentes etnias del país, el Alto Mando Yugoslavo resolvió tratar de defender la totalidad de Yugoslavia en lugar de concentrar sus tropas en las zonas más fácilmente defendibles.
De ese modo, las fuerzas yugoslavas se limitaron a repartirse a lo largo de la frontera sin ninguna profundidad y careciendo de las reservas necesarias para taponar los huecos abiertos. Las tropas alemanas, atacando desde Hungría, Rumanía, Bulgaria y el propio Reich a través de los pasos de montaña y acompañados por los letales Stukas, no han tenido rival, como ha quedado demostrado con la captura de Belgrado tan sólo una semana después del comienzo de las operaciones.
Una de las incógnitas de la Campaña de Yugoslavia la supone la existencia de un gran número de unidades yugoslavas que no han llegado a entablar batalla y que en el momento de la capitulación todavía permanecen desplegadas en áreas remotas del país. Estos soldados todavía cuentan con todas sus armas y muchos de ellos ni siquiera han llegado a ver de lejos a un soldado alemán. La pregunta es, ¿depondrán las armas por propia voluntad y se someterán a los vencedores, o continuarán la guerra por su cuenta?
Sieg Heil, Viktoria!Deutschland siegt an allen Fronten!