Las radios inglesas lanzaron anoche, a los cuatro vientos hasta ultima hora un aluvión de vituperios y amenazas contra Yugoslavia en un último intento desesperado de situar a la nación Balcánica en su órbita. Sin embargo, Yugoslavia ha dado hoy una respuesta contundente a dichas amenazas.
En efecto, a las 3 y cinco minutos de la tarde de hoy, en el Palacio de Belvedere, en Viena, se ha verificado la adhesión de Yugoslavia, como quinto .país que adopta esta orientación, al Pacto Tripartito. Han asistido al solemne acto von Ribbentrop, Ministro de Asuntos Exteriores del Reich, el Primer Ministro y el Ministro de Asuntos Extranjeros de Yugoslavia, Dragiša Cvetković y Aleksandar Cincar-Marković, respectivamente; el Conde Ciano, Ministro de Asuntos Exteriores de Italia; el Embajador del Japón en Berlín, General Oshima; el Ministro de Eslovaquia Cernak; el de Hungría, Sytójay; el de Rumania, Bossy y el de Bulgaria, Draganoff como representantes de los Estados adheridos al Pacto. También han estado presentes numerosos corresponsales de la Prensa alemana y extranjera.
El texto del protocolo firmado.
Los representantes de Alemania, Italia y Japón, por una parte, y el Gobierno yugoslavo, por otra, acuerdan lo que sigue:
Artículo primero. Yugoslavia se adhiere al Pacto firmado en Berlín entre Alemania, Italia y Japón el 27 de septiembre de 1940.
Artículo segundo. En el caso de que las Comisiones técnicas previstas en el articulo cuarto del Pacto tripartito hayan de ocuparse de cuestiones que interesen aYugoslavia, serán invitados a tomar parte en las deliberaciones representantes de este país.
Artículo tercero. Este protocolo se añadirá al texto del Pacto Tripartito y entra en vigor el día de su firma. El presente documento va redactado en alemán, italiano, japonés y yugoslavo, y cada una de las copias será considerada como original.
Declaraciones del Ministro de Asuntos Exteriores yugoslavo.
Cvetković, después de la firma del protocolo de adhesión de su país al Pacto Tripartito, ha realizado las siguientes declaraciones:
El fin primordial y casi único de la política exterior de Yugoslavia ha sido y será siempre mantener la paz que disfruta el pueblo y reforzar su seguridad. Yugoslavia ha cultivado ya las mejores relaciones con el gran Reich alemán antes de la unión de los intereses comunes, impregnados de amistad y plena confianza. Yugoslavia ha creído siempre, desde su constitución como nación independiente, que su unidad no es fruto de toda una combinación nacida en un acuerdo, sino efecto natural de largas y duras luchas sostenidas por los serbios, croatas y eslovenos, luchas que han encontrado en Alemania una comprensión correcta. Del mismo modo, Yugoslavia concluyó en 1937 un importante Tratado con Italia y análogos convenios de amistad han sido .firmados con Bulgaria y Hungría. Yugoslavia no tiene reivindicaciones exteriores que presentar y, por consiguiente, sus intereses vitales exigen que el sureste de Europa sea preservado de una nueva extensión de la guerra y que se refuerce la economía europea.
La colaboración general es el único camino posible para salvar al continente y a su civilización milenaria. Sólo de esta forma, Europa encontrará las bases de su reorganización que significará la liberación de viejos prejuicios y de todos los obstáculos morales y materiales que se han presentado hasta ahora. Todos los tratados políticos y económicos firmados durante estos últimos años por nuestro país se inspiran en el deseo de realizar una paz mejor organizada en esta parte de Europa.
Al adherirse hoy al Pacto Tripartito, Yugoslavia lo hace con el propósito de asegurar su porvenir pacífico mediante la colaboración con Alemania, Italia y el Japón; contribuyendo por su parte, a la organización de la nueva Europa. Con este gesto cumple, además, su.deber supremo para consigo misma y para con la comunidad europea.
El Eje no pedirá el paso de tropas por Yugoslavia.
Los Gobiernos de las Potencias del Eje han dirigido al Gabinete yugoslavo sendas notas con el siguiente texto:
Señor Primer Ministro: Refiriéndome a las entrevistas que se han celebrado hoy con ocasión de la adhesión de Yugoslavia al Pacto Tripartito, tengo el honor de confirmar en nombre del Gobierno Alemán, que las Potencias del Eje no exigirán a Yugoslavia durante la guerra que permita el paso de tropas o transporte de tropas a través del territorio yugoslavo. Sírvase Vuestra Excelencia aceptar la expresión de mis sentimientos respetuosos y cordiales.
Recepción del Führer a los signatarios.
Después de la ceremonia de Belvedere, el Führer y Canciller del Reich Adolf Hitler ha celebrado en el mismo Palacio Belvedere una recepción oficial en honor de todos los representantes de los países adheridos al Pacto Tripartito. Seguidamente se ha celebrado un banquete de gala. Después del almuerzo, el Führer se ha trasladado con sus invitados al salón inmediato, donde se ha servido el café. Hitler ha conversado una vez más con los Ministros yugoslavos asi como con el Conde Ciano y el Embajador japonés y regresado más tarde al hotel. Las manifestaciones de entusiasmo de decenas de miles de vieneses lo han acompañado durante todo el trayecto.
Éstas son las primeras flores que la primavera ofrece a las potencias del Eje. Tanto en Berlín como en Roma y Tokio la satisfacción es inmensa y el agua de sus fuentes innúmeras, si alguna vez pudo llorar —y nosotros no la oímos—, canta ahora en un preludio de victoria bajo un sol espléndido. La única nota triste de la jornada la han puesto algunos exaltados en Belgrado y algunas ciudades de Serbia que, en cuanto se ha hecho pública la adhesión de Yugoslavia al Pacto Tripartito, han provocado graves disturbios.
Es lebe Jugoslawien!
Es lebe der Dreimächtepakt!