El Príncipe Pablo, regente de Yugoslavia, se ha presentado hoy en el Berghof de manera secreta ante el Führer, quien le ha expuesto la gravedad de la situación que atraviesa los Balcanes en estos momentos y la necesidad imperiosa de que Yugoslavia se decante del lado alemán ante la inminente intervención británica. El Führer le ha asegurado que el apoyo de Yugoslavia no sería en vano, prometiéndole a cambio la concesión del puerto griego de Salónica, lo que le proporcionaría a Yugoslavia acceso al Mar Egeo.
Nuestro Führer no se ha andado con rodeos, y durante una conversación de varias horas en la que tan sólo von Ribbentrop ha estado presente, le ha dejado claro al Príncipe Pablo que si Yugoslavia no se adhiere al Pacto Tripartito, entonces el Reich, muy a su pesar y por la seguridad y bienestar de Europa, se verá obligado a proceder a su ocupación. En tal caso, el Führer no le podría asegurar al Príncipe la integridad territorial de su patria, que quedaría dividida entre Alemania, Italia, Hungría y Bulgaria. Los bombarderos alemanes desplegados en sus bases rumanas se encuentran tan sólo a unas horas de distancia de Belgrado, la capital yugoslava, que en cualquier caso caería en manos de las tropas de la Wehrmacht en escasos días. Tras este esclarecedor encuentro, el Príncipe Paul ha regresado a su país con las ideas mucho más claras.
El Führer ha querido solventar hoy otra de las cuestiones que más le preocupan: la relación del Reich con Turquía. Desde la entrada de la Wehrmacht en Bulgaria hace dos días, las relaciones entre los dos países, antiguos aliados durante la Gran Guerra, no han hecho sino enturbiarse. Inmediatamente despuésde que se anunciara la entrada de las tropas alemanas en el país vecino, Turquía cerró el Estrecho de los Dardanelos y mantuvo una actitud reservada, temerosa de que su propia seguridad pudiera verse amenazada. La visita de Anthony Eden, el emisario que Gran Bretaña envió en ruta por los Balcanes el pasado mes de febrero y que se ha encargado de esparcir su veneno por Turquía y Grecia, ha contribuido a soliviantar la paranoia turca.
De ese modo, el Presidente turco Ismet Inönü ha recibido hoy la visita del Embajador alemán Franz von Papen, quien le ha entregado en mano un mensaje personal del Führer explicando que la entrada de las tropas alemanas en Bulgaria ha sido la única solución posible al problema que Alemania ha debido afrontar cuando los británicos han comenzado a infiltrarse en Grecia. Recordando la alianza germano-turca durante la Gran Guerra, el Führer ha enfatizado las intenciones pacíficas del Reich hacia Turquía y le ha garantizado al Presidente turco que las tropas permanecerán al menos a treinta y cinco millas de distancia de la frontera turca. El siguiente comunicado oficial ha trascendido a la Prensa:
Según Radio Ankara, el Presidente de la República de Turquía ha recibido al Embajador alemán von Papen en su palacio de Tschankay. Von Papen le ha entregado un mensaje personal del Führer Adolf Hitler. El presidente de la república turca ha escuchado el mensaje con mucha atención y pedido al Embajador von Papen que comunique su agradecimiento por este acto de cortesía. El Ministro de Asuntos Exteriores turco, Sükrü Saracoglu, también ha estado presente en la conferencia.
En su respuesta, que el Führer no recibirá hasta dentro de unos días de manos del Embajador turco en Berlín, pero de la que ya tenemos conocimiento, el Presidente Inönü también se ha referido a la antigua alianza entre las dos naciones y expresado su esperanza en que las relaciones de amistad existentes entre Turquía y Alemania se mantengan en el futuro. El Führer puede estar tranquilo: Turquía está de su lado y no intervendrá a favor de Gran Bretaña. En otra vuelta de tuerca, nuestro Führer contempla incluso atraer a Turquía al Pacto Tripartito, y por ello está decidido a ofrecerle a cambio la franja de territorio griego en torno a Adrianople que atraviesa el Orient Express de camino a Estambul.
Es lebe Yugoslavien!Es lebe Turkien!