Prepárate porque hoy traigo un yummy-post para comérselo con los dedos. Si aún no has desayunado, o lo que es peor, todo lo que tienes para desayunar es un triste café solitario, mi consejo es que salgas de esta página cuanto antes. Aunque me temo que si estás leyendo este texto ahora ya es demasiado tarde porque ya habrás visto las fotografías que lo acompañan. ¿Pero es que hay algo mejor que empezar el fin de semana con un auto-homenaje en forma de Yummy Breakfast? No ha sonado el despertador, no hay prisa y tienes por fin tiempo de prepararte un desayuno en condiciones: abundante, delicioso, con pancakes, bollería y yogur con muesli. Con muffins, fruta y french toats. Incluso con un cóctel mimosa en el colmo del sibaritismo. ¿Y porque no? La indulgencia de las mañanas de sábados y domingos que discurren lentamente es un placer que todos podemos practicar. O casi todos más bien. Porque si tienes niños lo más seguro es que te haya tocado madrugar, y como se levantan con las pilas cargadas, de yummy breakfast para ti nada de nada; dos galletas María mojadas en un café como mucho. La otra circunstancia que impide saborear un desayuno como los que ilustran este post es que, como yo, no sepas hacer ni el huevo. Esta es la razón por la que el brunch es una costumbre anglosajona que a mí me fascina. Y por la que nunca veréis en mi instagram fotos de comida preparada por mí. Hasta aquí llega mi entrada de inspiración de este sábado, os dejo, que he he quedado para tomar el brunch.
#MDI (Macedonia de Inspiración)
Fotos: via Mariola Azores Lifestyle board on Pinterest