“¡Yupi! Vamos a morir todos”

Publicado el 26 septiembre 2018 por Joaquín Armada @Hipoenlacuerda


Nuestra misión no consistía en ganar terreno o tomar posiciones, sino, simplemente, en matar: matar comunistas, tantos como fuera posible. Apilarlos como leña”. El teniente Philip Caputo llegó a Vietnam en marzo de 1965, como un bisoño oficial de infantería de la 9ª brigada expedicionaria de Infantería de Marina, la primera unidad de combate estadounidense enviada a la guerra. Para Caputo, la guerra fue “una cuestión de soportar semanas de ansiosa espera y, durante azarosos intervalos, de conducir feroces cacerías humanas a través de junglas y ciénagas donde los francotiradores nos hostigaban continuamente y las trampas explosivas nos derribaban de uno en uno”. Abrasado por el sol en la estación seca, calado hasta los huesos durante el monzón, Caputo ansiaba una gran batalla. Para nosotros no hubo ninguna Normandía ni ningún Gettysburg, ni épicos encuentros que decidieran los destinos de ejércitos o naciones”. La lucha deseada llegó cuando ya estaba licenciado y cambió para siempre el curso de la guerra.

La madrugada del 31 de enero de 1968, mientras las familias vietnamitas se preparaban para la fiesta del Tet (la celebración el año nuevo lunar), 84.000 soldados del Ejército de Vietnam del Norte (EVN) y guerrilleros del Vietcong atacaron más de un centenar de ciudades y bases militares en Vietnam del Sur. Fue una sorpresa táctica total. En Saigón, la lucha llegó hasta los jardines de la embajada estadounidense, aunque los norvietnamitas no lograron su objetivo. “Ambos bandos calcularon terriblemente malescribe Mark Bowden en ‘Hué, 1968’, el mejor relato de la batalla -. Hanói contaba con un alzamiento popular que nunca llegó, mientras Washington y Saigón, obcecadas, se negaban a creer la verdad”. Cuando acaba la ofensiva, los norvietnamitas tienen cerca de 58.000 muertos, por menos de 9.000 estadounidenses y survietnamitas. Todos los ataques son repelidos en cuestión de horas o días. Excepto en Hué, la antigua capital imperial, que con sus 140.000 habitantes es la tercera ciudad de Vietnam del sur.

En Historia y Vida’ me han dado la oportunidad de contar cómo los estadounidenses descubrieron en 1968 que no ganarían la guerra de Vietnam. Acostumbrada a no perder una guerra y a confiar ciegamente en las decisiones de sus gobernantes, la sociedad estadounidense descubrió en 1968 que sucesivos presidentes habían mentido sin parar sobre el conflicto. Carlos Hernández (@carlos_hem) relata la caída de Johnson, la debacle demócrata y la resistible ascensión de Nixon, mientras yo me centro en el relato de los soldados, víctimas y verdugos atrapados en una pesadilla. Os invito a comprar la revista en papel en los quioscos que aún sobreviven o en la versión digital en este enlace. Si lo hemos hecho bien, seguro que después os entrarán muchas ganas de saber más y leer alguno de estos textos.

10 libros sobre la Guerra de Vietnam

‘La guerra de Vietnam. Una historia oral’. Christian G. Appy. Crítica. Barcelona, 2008. 584 páginas, 23,90 euros.

‘Hué, 1968. El punto de inflexión en la Guerra de Vietnam’. Mark Bowden. Ariel. Barcelona, 2018. 752 páginas, 29,90 euros.

‘Un rumor de guerra’. Philip Caputo. Inédita. Barcelona, 2007. 432 páginas, desde 5 euros.

‘Despachos de guerra’. Michael Herr. Anagrama. Barcelona, 2001. 296 páginas, 18,90 euros.

‘La otra historia de la guerra de Vietnam’. Jonathan Neale. El Viejo Topo. Barcelona, 2003. 302 páginas, 18 euros.

‘Sed de sangre. Historia íntima del combate cuerpo a cuerpo en las guerras del siglo XX’. Joanna Bourke. Crítica. Barcelona, 2008. 448 páginas, 19,90 euros.

‘Las cosas que llevaban los hombres que lucharon’. Tim O’Brien. Anagrama. Barcelona, 2011. 272 páginas, 19 euros.

‘Árbol de humo’. Denis Johnson. Literatura Random House. Barcelona, 2008. 608 páginas, 25,90 euros.

‘Matterhorn’. Karl Marlantes. Océano. México, 2015. 620 páginas.

‘El simpatizante’. Viet Thanh Nguyen. Seix Barral. Barcelona, 2017. 480 páginas, 22 euros.