Hablar de ZA! es hablar de un grupo distinto, sonido y rabia se mezclan con el saber hacer de lo que es un dúo con mucha más fuerza que otros proyectos en España. El grupo ha sabido sacar tema a tema un universo personal y en 2013 nos demostraron quieren son. Ahora se pasan por Tots Sants y desde ahí nos dicen de Za!.
Mientras daban un concierto en Galicia, Papa DuPau, guitarrista de Za!, pidió al técnico de sonido que subiera el volumen de su altavoz porque no se oía. "Súbeme el monitor, súbeme el monitor". Una de esas frases que se repiten rutinariamente en las pruebas de sonido. Mientras pedía más volumen al técnico, se le ocurrió grabar la frase en su pedal de loop y reproducirla en bucle. Spazzfrica Ehd, la otra mitad de Za!, que no se lo esperaba, pilló la idea al vuelo y de repente estaba agachado en el suelo, apretando botones y retorciendo potenciómetros de los pedales de efecto para distorsionar la voz de su compañero. El vídeo de este momento del concierto corre por Youtube, por si alguien tiene curiosidad.
De ese juego improvisado salió una canción, "Súbeme el monitor", que forma parte de su tercer disco, "Wanananai" (Gandula, 2013). Es un ejemplo de lo que les hace especiales. Za! hacen una cosa que pocos adultos saben hacer. Toman la realidad y la transforman en otra cosa nueva y propia. Como en un juego. Deforman los sonidos, la fonética, los lenguajes musicales, los códigos. Son como niños que a través de la música han dibujado un mundo donde todo está permitido.
Nos cuentan que llegaron a La Casa Murada en coche escuchando a los Red Hot Chili Peppers, y después de grabar tres canciones del nuevo disco para Tots Sants, volvieron a Barcelona escuchando música de Penderecki o de algún otro compositor contemporáneo, no lo recuerdan con exactitud. "La Casa Murada nos transformó, tío. Magia", dice Ehd. El mundo es una gran bola de plastilina y ellos tienen las ideas más fantásticas de todo el parvulario.