Tres únicas obras son las que conforman este recital discográfico improvisado que comienza con Il Tramonto (1914) de Ottorino Respighi, una partitura de estética verista pese al texto netamente romántico de Percy Shelley. El rico y expresivo ropaje armónico de las cuerdas consigue establecer el clima intimista para que la cantante recree con entraña operística el halo teatral de la obra en una muy matizada línea de canto en la que exhibe su acusado registro grave y un controlado vibrato.
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