Zapatero, demolition man

Publicado el 26 marzo 2011 por Romanas

Pues, al final, va a resultar que Zp no era tan tonto o ingenuo como algunos creíamos cuando colaboró decisivamente a que el más católico de todos los jueces españoles, Dívar, fuera el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial.
Confieso paladinamente que soy uno de los hombres más decepcionados de este país respecto al ínclito Zp.Aquella decisión, que, ahora, ya sabemos que no era sino una nueva bravata después de aquella otra de no levantarse del a siento al paso de la bandera de los Usa, de retirar nuestras tropas de Irak, me llevó a ese equívoco de considerarle poco más o menos que un disidente suicida.Decididamente, soy un pobre loco, como afirman mis muchos enemigos. Para un tipo como ahora sabemos que es Zp, ganar unas elecciones generales como aquéllas debió de ser uno de los efectos más euforizantes que puedan producirse en el mundo y un pobre muchacho, como ahora sabemos que entonces era Zp, no lo olvidemos, ni más ni menos que Bambi, para ese viejo zorro que es Alfonso Guerra, no pudo resistir el vértigo que supone verse de pronto como “el Rey del mambo”.Recuerdo que ese viejo e irreductible zorro ultraderechista que era Carlos Mendo predijo entonces, hace ya 7 largos años, la inevitable deriva que iba a experimentar Bambi, conforme fuera trabando conocimiento personal con los intríngulis del verdadero poder.El viejo zorro fascista se reía a mandíbula batiente de un inexperto pipiolo que, por una de esas carambolas de la vida, había acabado sentándose en el sillón de la Presidencia del Gobierno. Pero con toda su larguísima experiencia incluso transoceánica, a pesar de ser no sólo amigo sino consultor de cabecera de ese monstruo, en el sentido literal, de la política que es Fraga, que, en lugar de estar todavía dando la tabarra por las esquinas del cotarro en Madrid, debería de hallarse en otro sitio en el que se disfruta de muchas menos libertades, predijo al pie de la letra todo lo que ahora iba a hacer Zp, entre otras cosas ésa a la que quiero referirme hoy, nombrar a Divar presidente del TS y del CGPJ, o sea, situarlo en la cumbre más alta de la judicatura española.Como ya dije entonces, cuando se produjo tal nombramiento, un católico a machamartillo no es un hombre libre y un hombre sujeto a la mayor de las obligaciones religiosas no es, no puede ser un buen juez, si es que alguien puede serlo, porque tiene que obedecer antes a Roma que a las leyes.Por todo esto, me eché las manos a la cabeza, pensando que Zp se había vuelto loco, hoy, he comprobado que no había tal, Zp, un licenciado en Derecho que, ni en sus más delirantes sueños, pudo pensar nunca que sería Presidente de Gobierno, llevaba ya 4 años de legislatura cuando nombró a Dívar para este cargo, y 4 años trampeando todos los días en la ciénaga del poder enseñan mucho, quizá demasiado incluso a los más tontos.Zp creo que es agnóstico y, como tal, sabe bien cómo son los católicos por eso se lleva tan bien con ellos, no sólo manteniendo sino superando las subvenciones a la SICAR, y dicen que, aconsejado por De la Vega, que había sido Secretaria en uno de los juzgados de Dívar, quiso que ocupara el puesto más decisivo de la judicatura española un juez cuya guía suprema no fuera el Derecho sino la conveniencia moral, o sea, no un juez sino precisamente todo lo contrario.Y, esto que a primera vista parecía un despropósito, le ha proporcionado, en el  caso Sortu, el mejor de los resultados puesto que ha sido el voto del hombre que ocupa, gracias a Zp, la cumbre del poder judicial, el que ha dado al traste con la legalización de esta fuerza política que representa al 20%, más o menos, de todos los vascos y que suponía un paso tan importante como significativo en la regularización, o normalización, de las cosas en Euskadi.Éste no es sino un error más de Zp que parece querer justificar de una manera definitiva que nadie con 2 dedos de frente en el país le vote en las elecciones generales próximas.Pero es que puede ser que él no piense presentarse a ellas e incluso que no desee que su partido tenga posibilidad alguna de ganarlas porque los corazones de los hombres son insondables y yo, que he participado en decenas de elecciones políticas en los ambientes judiciales, sé muy bien cómo la pasiones personales prevalecen sobre los intereses políticos legítimos.En contra de lo que aparenta todo lo que acabo de escribir, yo creo sinceramente que hay que votar al PSOE, no porque se lo merezca ni mucho menos, sino porque la alternativa supone una catástrofe de consecuencias tal vez irreparables para el bienestar de nuestro pueblo durante muchos, demasiados años. A mí me queda muy poco que estar en el convento, por mis 82 años, pero creo que soy una persona bien intencionada que quiere el bien de los demás. Por eso, creyendo honestamente que Zp ha cambiado de  caballo en medio del río y por ello también para llevarle la contraria,  voy a votar Psoe porque no hay otra alternativa decente.A pesar de que Zp haya hecho todo lo posible por demoler esta alternativa, seguramente porque incluso sabe ya cual va a ser su próximo destino en el mundo de las finanzas internacionales.