El presidente Zapatero, inmerso en su cruzada contra el estado del bienestar y los derechos laborales y sociales de la ciudadanía, se ha transmutado en el conejo Duracell, sólo que en lugar de andar y andar, él se ha propuesto como misión “cumplir, cumplir y cumplir“. Hasta tres veces repitió en su comparecencia de ayer ante los medios de comunicación esta palabra, al tiempo que manifestaba que será tenaz y valiente. En realidad, lo que quiso decir es que será sumiso y cobarde ante la patronal y la banca, y prepotente y soberbio ante la centrales sindicales, a las que ni atiende, ni escucha y menos aún toma en consideración.
“Estamos en la dirección adecuada“, reiteró el presidente del Gobierno, pero no dijo hacia dónde. Hasta el momento 4.645.000 personas, una cifra récord, tienen como único destino las oficinas del INEM y más de 1.300.000 familias tienen a todos sus integrantes en el paro. Zapatero, ajeno al desaliento, insiste en que la reforma laboral pactada con CiU y PNV evitará más despidos. Difícil de creer cuando lo que esta iniciativa legitima precisamente es poder dar una patada al trabajador o trabajadora, con una indemnización mínima de veinte días por año y sin más justificación que la previsión de pérdidas futuras o la reducción de ingresos.
El presidente del Gobierno se siente crecido, posiblemente porque sabe que el PNV le salvará la cara el próximo otoño en el Congreso de los Diputados y podrá aprobar finalmente los Presupuestos Generales. Ayer reconoció que no habrá prórroga y añadió que “hay condiciones” para superar este trámite, en clara alusión al capote que le brindará la formación nacionalista. No sé cuáles serán las contrapartidas que Zapataro pagará por este gran favor, pero si sé que tendrán que ser altas porque a muchas personas en Euskadi nos cuesta entender las razones del PNV para proteger al secretario general del PSOE. No quiero pensar mal, pero intuyo que tienen más que ver con cuotas de poder institucional que con políticas activas a favor de los derechos laborales y sociales de la ciudadanía.