Hace dos semanas, advirtió de que la superación de los efectos y desequilibrios que acarrearon la crisis necesitará “al menos cinco años”. Hoy, se ha vuelto a lanzar sobre la misma piscina vacía: para que se cree empleo suficiente tendrán que pasar dos años más.
Y yo me pregunto: ¿ninguno de sus decenas de asesores le ha advertido del efecto contraproducente que conlleva dar previsiones contradictorias? ¿No hay verdaderamente nadie que le diga que es preferible ser franco con los ciudadanos y evitar especulaciones que sólo generan más inquietud? Con las nuevas cifras ofrecidas hoy, ha vuelto a demostrar que la lección no la ha aprendido.