El presidente prefiere al Banco de España que a las agencias de calificación. Normal. El Presidente del Gobierno, de cualquier gobierno, se queda mejor con las noticias positivas que con las negativas, si además coinciden en que unas las emiten organismos nacionales como el Banco de España y las otras, las que pueden perjudicar ‘agencias internacionales’, en este caso Moody’s, pues mas justificado todavía.
Pero los inversores internacionales (y los nacionales), los gestores de fondos de inversión, de compañías de seguros, analistas bancarios y parabancarios, gestores de fondos soberanos, etc. normalmente harán caso a las agencias de calificación y no a las autoridades de cada empresa o país afectado. Al fin y a la postre es lo normal, ellos confían en los suyos, lo extraño sería lo contrario.
Muchos estaremos en contra de tan elevado poder de las tres grandes, y ver sus trampas y compromisos con los análisis que realizan de emisiones que al mismo tiempo colocan, como muchos de los productos financieros de última generación que dieron lugar a la crisis financiera internacional. Pero a pesar de todo el verdadero problema es que son creíbles por sus clientes, es que hay miles de millones de dólares y euros que siguen atentamente sus palabras y análisis. Nos guste o no, eso ocurre e influye por tanto en aumentar nuevamente las dificultades de la deuda del Reino de España. (¿Qué pasaría de aquel proyecto de dotar a Europa de agencias de calificación distintas a las americanas?)
Una palabra de las tres agencias grandes, Moody’s, Standard&Poor;’s y Fitch, puede tener efectos desbastadores sobre empresas y países. Las inversiones mundiales, en muchos casos incluso ‘mecanizadas’, con órdenes automáticas, se ajustarán a los patrones marcados y las ingentes cantidades de dólares o euros se irán en gran parte dirigidas por esas calificaciones, de AAA, u otras. La sola mención calificadora es la que dirige el 60 o 70 por ciento de determinados fondos a dichos bonos. Por eso tiene tanta importancia lo que digan las tres grandes y no lo que diga el presidente del gobierno de turno. Ni siquiera el Banco central nacional.
Vuelta a entrar en la vorágine de los mercados, ahora con el tema de la reforma del sistema financiero, que no solo afecta a las Cajas de Ahorros. Para ser más precisos, no es una vuelta a entrar, nunca hemos salido de la zona peligrosa, en la que seguiremos instalados un tiempo. No crean ustedes que son manías que tienen a lo español, es que llevamos 4 años arrastrando el problema del torpedo de la burbuja inmobiliaria española disparado al sistema financiero español y no está resuelto, porque todos confiaban en que pasara la tormenta, poquito a poco, etc. etc. Y claro el problema no se resuelve solito. Y lo que nos queda.