¿Hipocresía, mentira, surrealismo o las tres cosas? Mejor las tres cosas pero, sobre todo, surrealismo hispánico porque Zapatero tiene el record absoluto de "zancadillas" puestas a España: estímulo del separatismo catalán, compra de votos con dinero público, mentiras a los ciudadanos, gestión torpe y ruinosa de la crisis, endeudamiento irresponsable del Estado, despilfarro, desprestigio de la política, desempleo masivo y ruina generalizada de un país al que con su torpe y enloquecido gobierno ha arrebatado la prosperidad, la confianza y la esperanza.
Refiriéndose a Aznar y a Rajoy, Zapatero dijo: "Les pido una cosa. A mí me pueden poner zancadillas, pero no a España". Resulta curioso y chocante que quien tiene el record de las zancadillas a España, país al que ha sumido en la ruina económica y moral, achaque ese "pecado" a sus adversarios.
La capacidad de surrrealismo de España es sorprendente. Uno de los últimos episodios del surrealismo hispano es haber enviado como embajadora de España ante la Santa Sede a una diplomática cuyo apellido es "Figa", que en italiano significa "Coño" ¡La de chistes y risas que deberá soportar la pobre en Roma!