Zapatos y hadas madrinas

Por Peripeciagarcia

Hace unos días os adelantaba que había descubierto quién vendía los zapatos de Cenicienta. Cuando lo leyó mi madre, pensaba que ya me había hecho con un par. Bueno, pues no, porque el señor  Martin Margiela,  no ha tenido a bien rebajarlos de los 1.277 dólares que cuestan. Y no llevo tanto dinero cuando salgo por ahí.

fotograma de Cenicienta, de Disney


A todo esto, resulta que por lo visto en realidad en el cuento eran ¡de cuero! Sí, sí! Al parecer se trata de un error de traducción, puesto que en francés "cuero" y "cristal" se escriben de manera similar.
Una razón más para no comprármelos, ea.
He de decir que los zapatitos de Margiela vieron la luz en 2009, así que igual ya ni los venden, pero no os preocupéis que os podéis calzar unos Louboutin, que también ha querido recrear el calzado de Cenicienta con su suela roja chivata y todo, sí, pero la mar de feos (a mí me lo parecen). 

¿Pelín excesivos, no? Qué sé yo, igual es la envidia que me quema las entrañas la que habla, pero yo seguro que me compraba otros antes. Y además, ¡no se parecen en nada!
En realidad, lo que más me gusta de Cenicienta es el hada madrina. ¿Tenéis alguna? ¡Yo, varias! Mi madre, claro, el marío también me ayuda mucho; qué deciros de mi tía Olga (y ella es madrina de verdad, de bautismo), pero el que más es ¡mi padre! ¡Ese sí que es un hado padrino! Ya te digo... Lo mismo me arregla algo que me lo fabrica, o se lo inventa si no existe. Pero lo mejor de todo es ¡que me coge cosas de la basura! :)  
Mamá, no pongas los ojos en blanco. Yo lo limpio.
Hoy me ha traído eso que llevaba tanto tiempo queriéndome comprar pero que no lo hacía por aquello de "no lo necesitas". Es verdad que yo quería uno de forja y retro, pero... ¡Da igual! ¡YA TENGO MANIQUÍ!

Guaaaaaaaaaaa!!! Me encanta! Eso sí, acepto sugerencias de cómo limpiarlo, porque no tengo ni idea de cómo hacerlo (está forrado).
Y además me ha venido fenomenal para hablaros de otro hada madrina que me he echado: mi suegra. Y su último hechizo ha sido regalarme un vestido totalmente sensacional. Cuando vi que me quedaba bien, no me lo podía creer. ¡Es tan yo! 

Pero es que además me sugirió ponérmelo con mis zapatos de novia. ¡Una oportunidad de sacarlos de la caja! Tiene narices que me los comprara rojos y no los haya usado aún. Así están, asomados a la ventana a la primera de cambio...

Mis zapatos de novia, deseando salir a la calle


¡Ahora sólo necesito que me surja la ocasión de ir tan pitiminí!
PD: Os recuerdo, por si acaso, que con esta plantilla no puedo responderos individualmente. Es un rollo, y me estoy planteando cambiarla porque no se puede modificar, pero no dejéis de comentar, que os leo y me encanta saber que "hay alguien ahí".