Cuando he leído la noticia he pensado que los compañeros de UGT Extremadura han construido un palacete de carácter señorial de estilo neocolonial, con columnatas que recordaran a las viejas mansiones del sur algodonero. O eso, o un castillo mozárabe que se integrara perfectamente con las bellísimas murallas de Mérida.
Al ver
El coste de “tamaña obra faraónica” es de 2,7M€, para un edificio que tiene más de 3.000m^2., es decir unos 900€ el m^2. Comparado como se están vendiendo edificios comerciales y de oficinas de segunda mano en Mérida hoy, del orden de 1.500€ el m^2, algo que resulta razonable. Con unos costes de alquiler de unos 10€ mensuales m^2 que hoy se pagan por oficinas en Mérida, el edificio se amortiza en menos de 8 años, por tanto resultaría, si se puede conseguir la financiación en una medida de ahorro ya que un edificio de este tipo tiene una vida útil de 40 o 50 años.
Haciendo un cálculo aproximado, UGT Extremadura debe tener unos 20.000 o 25.000 afiliados que pagan cuotas, de media unos 100€, es decir, solo en cuotas de afiliados, UGT Extremadura debe recaudar un mínimo de 2M€ anuales. Que una organización de esta dimensión se pueda endeudar en un edificio nuevo de 2,7M€, teniendo en cuenta además que esto le supondrá ahorro de diversos alquileres que tenían las diversas sedes de sindicatos sectoriales, servicios, oficinas y centro de formación en Mérida, es algo más que razonable y asumible con recursos propios. No hay que recurrir a hipótesis siniestras ni a contubernios politico-económicos.
Siguiendo el cúmulo de despropósitos podríamos preguntarnos como un medio de comunicación como Intereconomía que tiene que pedir limosna a su audiencia y que no puede ni pagar el ERE para despedir a 94 empleados, en cambio se puede permitir un alquiler en el Paseo de la Castellana que supera con seguridad los 500.000€ anuales.