El directo seguía, con el sexto miembro en el escenario de forma puntual, Gotas y Recipiendario eran los siguientes temas donde casi no pudimos tomar aire, sintiendo que no querían bajar el ritmo, se notaban las horas en el local, el aire que dejaban a cada instrumento y como los roles están marcados y perfectamente unidos a cada personalidad en el escenario. Lo mismo pasaba en Amago que para nosotros aparecía en el momento justo, este tema del disco anterior sentíamos otra conexión con el nuevo directo y las propuestas que estaban ofreciendo. En su sonido más eléctrico, se notaba el poder de las guitarras y como afianzaban cada tema con el bajo y una batería en el sitio, siguieron Marte y Laúdano antes de los dos temas previos al parón pre bisses que fueron Isósceles y Solo Pienso.
Era necesario este concierto y, sobre todo, era necesario que las banda vuelvan a las salas.
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