Zodiac killer 'el asesino fantasma'

Por Crimenycriminal @crimenycriminal
Al igual que sucediese con Jack ‘The Ripper’, Zodiac, el asesino fantasma, tampoco pudo ser identificado y detenido por los investigadores. En esta nueva entrada, nos proponemos desgranar, con la ayuda del abogado Gabriel Pombo, los terribles crímenes cometidos por este famoso homicida estadounidense, cuya identidad sigue siendo, a día de hoy, un misterio sin resolver. Una incógnita que terminó con la vida de cinco personas en el Norte de California. Aunque se hablan de hasta treinta y siete victimas a finales de los años sesenta..

JENSEN Y FARRADY

La campaña de terror de Zodiac fijó su inicio el 20 de diciembre de 1968 cuando termino con la vida de dos adolescentes, David Arthur Farraday de 17 años de edad y Betty Lou Jensen de 16 años. Los dos jóvenes planeaban para su primera cita como novios asistir a un concierto de navidad en Hogan Higt. Sin embargo, la desgracia les hizo pararse a las 22.15 horas en el cruce de Lake Herman Road. En ese momento, un hombre que estacionó su vehículo al lado de las futuras victimas, descendió raudamente, revolver en mano, y comenzó a disparar sobre David y Betty, pereciendo a escasa distancia de la casa de esta. Zodiac destrozó la cabeza del adolescente en el primer impacto y descargó cinco balas del mismo revolver en la espalda de Betty, quien había emprendido desesperadamente la huida saliendo de su vehículo. Este doble crimen se investigó por los detectives del condado de Solano. No se hallaron pistas dignas de seguir. 

FERRIN Y RENAULT

El segundo lance fatídico volvería a tener por blanco a una pareja de jóvenes. Esta vez seria el 4 de julio de 1969 en Blue Rocks Spring, en un campo de golf a las afueras de Vallejo. Zodiac dispararía a Michael Renault Mageau de 19 años y a Darlene Ferrin de 22 años, mientras conversaban dentro de un automóvil. Darlene falleció a consecuencia de sus heridas. Michael en cambio, aunque gravemente herido, logró sobrevivir. La agresión se llevó a cabo durante la medianoche.
Por primera vez, tras este crimen, Zodiac se hizo público al llamar desde una cabina telefónica a la comisaría de Vallejo. Informando haber asesinado a dos personas, señalando con precisión dónde se encontraba aparcado un vehículo en cuyo interior encontrarían los presuntos cadáveres. Y no sólo eso, sino que se atribuyó haber terminado con la vida de dos adolescentes en Lake Herman Road, Benicia, en alusión a los homicidios de David Farraday y Betty Lou Jensen. 
A principios de agosto de 1969, tres cartas escritas por este asesino, que al igual que Jack 'El Destripador' elegiría su propio seudónimo delictivo, llegarían a las redacciones de los periódicos Vallejo Times Heralds, San Francisco Chronicle y San Francisco Examiner. Los comunicados estaban redactados de manera prácticamente idéntica, y en ellos su autor se atribuía la comisión de los tres homicidios cometidos hasta la fecha. En el interior de los sobres que portaban los mensajes se incluía una hoja con el dibujo de un criptograma de unos trescientos caracteres. Según Zodiac, estos pictogramas revelaban su identidad. La lucha mediática entre este asesino y las autoridades había comenzado. El remitente exigía que los comunicados salieran impresos en primera página de los periódicos y amenazaba con que, en caso contrario, asesinaría a una docena de personas escogidas por las calles al azar ese fin de semana. Por fortuna, nunca perpetró los anunciados crímenes. Aquella amenaza seria únicamente la primera en una sucesión de alardes y chapuzas que, en el marco de un perverso juego del gato y el ratón, la vanidad del psicópata emprendió, aún a riesgo de dejar indicios aptos para conducir a su final. Todos los escritos lucían un logotipo en forma de símbolo reticular con una cruz trazada dentro de un pequeño círculo. 

Carta al Vallejo Times Heralds

Carta al San Francisco Chronicle   

Carta al  San Francisco Examiner


El matrimonio compuesto por Donald y Bettye Harden de Salinas, California, finalmente descifraría y traduciría el criptograma. El mensaje no contenía el verdadero nombre del asesino (traducción): “Me gusta matar gente porque es mucho más divertido que cazar animales en el bosque, porque el hombre es el animal más peligroso de todos. Matar a alguien es la experiencia más excitante. Es mejor aún que tener sexo con una chica, y lo mejor de todo es que cuando yo muera voy a renacer en el paraíso, y todos aquellos a los que he matado serán mis esclavos. No daré mi nombre porque ustedes tratarán de retrasar mi recolección de esclavos para mi vida en el más allá...EBEORIETEMETHHPITI”. Los últimos dieciocho caracteres aún hoy no se han llegado a descifrarse. El famoso programa, Misterios sin resolver que se emite en EEUU y presenta Robert Stack, sugirió que estos últimos caracteres hacían referencia a una persona: Theodore Kaczynski más conocido como "Unabomber" y del que ya escribimos en 'CrimenyCriminologo'
El tercer asesinato lo llevó a cabo el 27 de septiembre de 1969 en la costa del lago artificial, Lake Berriesa, ubicado en el condado de Napa. En esta ocasión Zodiac, vistiendo un extraño atuendo de corte militar con capucha negra, apuntó con su revólver a los jóvenes Bryan Calvin Hartnell de 20 años y Cecilia Ann Shepard de 22 años. A pesar de que el muchacho le ofreció su cartera y las llaves de su vehículo, el asesino ato a la pareja con cuerdas y, acto seguido, extrajo una afilada cuchilla con la cual les infirió feroces incisiones. Hartnell sobrevivió milagrosamente, tras permanecer durante tres meses en estado de coma, seis puñaladas le habían atravesado su espalda. La joven Shepard, desgraciadamente, fallecería dos días más tarde.

SHEPARD Y HARTNELL

La última victima de este monstruo seria el Taxista Paul Lee Stine, de 29 años. Cayó bajo las balas de Zodiac, su ultimo pasajero, el 11 de octubre de 1969 en Presidio Heights, San Francisco. 

Varios individuos, hoy todos ellos difuntos, fueron investigados para ocupar la identidad del asesino del Zodiaco. Cabe destacar, entre los mismos, a Arthur Leigh Allen, pedófilo que falleció el 26 de agosto de 1992. Un amigo denunció a Allen, y la policía de San Francisco lo interrogó. Ante su negativa, se cotejó su caligrafía con la contenida en las cartas adjudicadas a Zodiac, y la escritura no coincidió.Se insistió, asimismo, con que el periodista Richard Gaikowski, quien, según colegas suyos, estaba obsesionado con el caso, podría haber sido el asesino en serie. Su rostro, usaba lentes, era muy semejante a los retratos robot que circularon describiendo la apariencia de este ‘Serial killer’, y una de las cartas codificadas cita la palabra Gyke, diminutivo por el cual se conocía a Gaycowski. Por último, la sheriff que en 1969 atendió la llamada en la comisaría de Vallejo afirmó recientemente que, por más que habían transcurrido muchos años, estaba convencido de que la voz anónima que entonces escuchó era idéntica a la emitida por aquel hombre en una cinta grabada que le hicieron oír. Pese a todo, la evidencia contra este periodista, fallecido en el año 2002, se muestra muy endeble y meramente circunstancial. 
El nombre del, hasta el momento, último de los sospechosos de haber sido este verdugo, surgió en mayo de 2009. Una noticia revolucionó el ambiente cuando una norteamericana de 47 años, Deborah Pérez, salió a la opinión pública manifestando que su padre Guy Henrikson, un carpintero del condado de Orange, fallecido 26 años atrás, había sido el tristemente célebre y nunca desenmascarado Zodiac Killer. La tardía denunciante apoyó sus afirmaciones esgrimiendo, en apariencia, algunas evidencias. Exhibió unos lentes que, conforme adujo, pertenecieron al taxista asesinado por el homicida. Asimismo, hizo referencia a una carta dirigida al abogado Melvin Bell, la cual aseguró haber escrito ella misma a petición de su progenitor cuando tan sólo contaba con 7 años de edad. Pero, al igual que aconteciera con los otros sospechosos, el caso contra Guy Henrikson pronto se diluyó por ausencia de pruebas convincentes.
Hace unos meses surgió una nueva teoría que apunta a que el asesino del Zodiaco sigue con vida. Después de décadas de silencio sobre el caso, un antiguo agente de tráfico de California, Lindon Lafferty, de 79 años, acaba de publicar un libro en el que asegura que este asesino sigue vivo, tiene 91 años y es un ex alcohólico que intenta recuperarse en su casa de Fairfield, California, pero no revela su identidad. Asegura que su ira asesina provenía de que su mujer le era infiel. Y si la policía jamás llegó a descubrir su identidad era porque un juez puso todas las complicaciones del mundo. Porque el juez era el amante de la mujer de Zodiac.