«Zodiaco. Una historia milenaria», de Franz Cumont

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

«Un valioso estudio del historiador Franz Cumont sobre la presencia de los horóscopos en la vida cotidiana grecorromana»


El historiador y arqueólogo belga Franz Cumont (1868 – 1947) dio la vuelta a la historia de las religiones al integrar en ella lo que entonces estaba ligado a la historia de la ciencia: el estudio de los movimientos de los astros, o zodiaco. Su texto Zodiaco —un ensayo que apareció originalmente en el Dictionnaire des Antiquités grecques et romaines— forma una síntesis magistral sobre el origen de la práctica astrológica. Describiendo los elementos estrictamente astronómicos involucrados (constelaciones, curso de los planetas, fenómeno de la precesión de los equinoccios) y su origen babilónico, Cumont rastrea primero las rutas de transmisión y la evolución del zodíaco en Oriente (Siria), en Egipto, en Grecia, en Roma.

La sabiduría astrológica tiene orígenes más antiguos que la propia civilización occidental, y nuestros signos del zodíaco son en su mayoría los que los sacerdotes astronómicos de Babilonia señalaron en la bóveda del firmamento. Hoy está demostrado que el origen del zodíaco no debe buscarse en Egipto sino en Babilonia. Entre las figuras que este país grabó sobre las estelas (kudurru), cuya fecha se remonta al siglo XIV antes de nuestra era, se han identificado con total certeza las de Escorpio, Sagitario, Piscis, Capricornio, Virgo, mientras que algunos otros signos —Aries, Leo, Acuario, Géminis—, han sido reconocidos en estas estelas o en las joyas procedentes de Mesopotamia con suficiente verosimilitud.

«El libro se divide en tres partes: Difusión del zodíaco,
Las representaciones del zodíaco y
Tipo, características e influencia
de los doce signos»

Gracias a Cumont nos entramos que la astrología era desconocida en el Egipto de los faraones y que probablemente fue introducido durante la dominación persa y quedó completamente asimilada durante el periodo ptolemaico. Pero fueron los egipcios quienes introdujeron en la astrología los decanos, dividir cada signo en tres partes de diez grados cada una, lo que nos da treinta y seis porciones que estaban consagradas respectivamente a treinta y seis dioses siderales. Es famoso el templo de Hathor en Dendera y su zodiaco que decora una capilla dedicada al dios Osiris y que se remonta al tiempo de Augusto o de Cleopatra.

En Grecia se considera que fue Anaximandro en el siglo VI a.C. quién primero trazó sobre la esfera el círculo oblicuo del zodiaco en el que Cleostrato de Ténedos habría marcado los signos, entre otros los de Aries y Sagitario.
Los romanos adoptaron el zodiaco desde el momento en que siguieron la escuela de los sabios alejandrinos hacia el final de la República.
El libro continua contándonos las múltiples representaciones del zodiaco representados por Hiparco y Ptolomeo en el Almagesto.
Lo que no considera Cumont en esta obra es la historia y representación del zodiaco en los países árabes ni en los de Oriente como China o la India.
En fin, es un libro muy interesante en el que el lector curioso va a encontrar múltiples motivos de satisfacción.

Lee y disfruta de las primeras páginas del libro.

El autor:
Franz Cumont (Aalst, 1868 – Bruselas, 1947) fue un destacado arqueólogo, historiador, filólogo y estudioso de la epigrafía. Revolucionó la Historia de las religiones al integrar en ella otras especialidades, poniéndolas al servicio del análisis de las prácticas mistéricas de la Antigüedad tardía.

El libro:
Zodiaco (título original: Zodiacus) ha sido publicad por Ediciones Siruela en su Colección Biblioteca de Ensayo / Serie menor 81. Traducción de Lorenzo Luengo. Encuadernado en rústica con sobrecubierta, tiene 144 páginas.

Como complemento pongo un vídeo titulado Franz Cumont et Mithra : une aventure en Orient. Rencontre avec Corinne Bonnet realizado por el Musée Saint-Raymond.


Para saber más:
Franz Cumont en Wikipedia.

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