Revista Cultura y Ocio

Zonda Projeckt. Viento de Toda la Vida. Edición Rockarte

Publicado el 30 octubre 2020 por Moebius
Zonda Projeckt. Viento de Toda la Vida. Edición Rockarte Hoy el genio de Rockarte nos da vida y movimiento a la música de "Viento de Toda la Vida", el último trabajo de Zonda Projeckt, la banda mendocina que tuvo entre sus filas a Ernie Vidal y Mario Mátar, y que tanto hemos hablado ya en el blog cabezón.
EdiciónRockarte Desde Mendoza, salió al mundo a comienzos de éste,  Zonda Projeckt. Banda instrumental con influencia de King Crimson-años 80. Lo que no deja de ser curioso, pues no suele ser el período que más seguimiento tenga (aunque ahora recuerdo a nuestros Difícil Equilibrio). También pueden sumarse otras influencias, para mi gusto más interesantes. En 2002 editan el superlativo y único album de estudio,  "El Llanto Secreto de la Luna". Sus componentes eran Mario Mátar (guitarra, midi y procesador, ex-Altablanca), Ernesto (Erni) Vidal (bajo, e-bow,  stick), Eduardo (Tuti) Vega (batería acústica y eléctrica), Gabriel Correa (piano eléctrico,  teclados, del 2002 al 2004). Siendo sus reemplazos en 2005-2006, Leo Costa y Andrés Marino. 
Éste segundo disco, publicado por Viajero Inmóvil cuando la banda ya estaba deshecha, resulta ser material en vivo recopilado entre el 2003 al 2006. Incluyendo temas inéditos y alguna que otra sorpresa. Para empezar, el tema título abre con un salvaje bajo (o stick), del que se bifurcan melodías de los demás miembros, durante sus casi 6'00 minutos de exposición. Música llena de sentimiento y nostalgia que me recuerda a sus paisanos Alas, para nada reñida con un alto virtuosismo instrumental. Zonda Projeckt. Viento de Toda la Vida. Edición RockarteDejando respirar cada elemento, en inteligente y democrática  conversación. Saben organizarse a la vez que expresan en modo solista altamente sensible. Definiría su contenido como progresivo derivado al jazz rock sin tocarlo explícitamente,  de melodiosa raigambre argentina. Nada de clichés aquí. Ahí tenemos el ejemplo de "Perfume" (7'20), con sus ideas de original calado y gloriosos arreglos inesperados. Siempre sorprendente sección rítmica y acertados disparos solistas de guitarra / teclados, llenos de elegancia. Como si Pat Metheny entrara en jam-session con Happy the Man o incluso Camel. Destacando la solvencia teclistica aquí de Gabriel Correa. "Miedo al Silencio" (11'35) incluye una improvisación que le da consistencia mayor a la pieza. Se debe insistir en la alta calidad compositiva de éste grupo, muy comprometido en transmitir emociones por medio de preciosas melodías.  Para dar paso seguidamente a un viaje krautie donde el ritmo hace las veces de un secuenciador,  con un moog en vuelo permanente pleno de amables detalles. Música ésta muy positiva y que, además de entusiasmar, levanta el ánimo más decaído.....Punto importante, éste.  Para "El Equilibrio" (5'26 ), la guitarra habla en lenguaje wah wah, en homenaje Zappa y con intervención solista espectacular. Le contesta un teclado cercano a Kit Watkins. "El Llanto Secreto de la Luna" (6'41) es otra jugosa delicatessen que recuerda los trazos engañosamente naive de Happy the Man, donde confluye la técnica sobrada, con humildad y astucia,  más el sensible tacto de la sedosa armonía como ansiado fín. Arte que Zonda Projeckt dominan como buenos argentinos. Un don divino, el de ésta gente. Homenajean a King Crimson 80s con "Frame by Frame" (8'37), corregida y aumentada, en improvisación libre al albedrío de la banda. Y como el gusto de éstos es de altos vuelos, la pieza se convierte en otra cosa, absolutamente magnífica.  En "Luz de Inocencia" (8'40) sucede al revés,  que primero exponen su delicada pieza, entre Gary Burton y Ralph Towner, y luego la metamorfosean con la celeberrima intro de "Tubular Bells" llevada a su terreno, (aunque algo impostada). "La Naranja Violeta" (7'02) es un blues jazz bastante heterodoxo para las formas de Zonda Projeckt, aunque resuelto con supremo gusto y orientación Robben Ford. Volvemos al prog puro en "Scatterbrain" (3'53), si bien el sabor jazzistico siempre está ahí, y si digo que me recuerdan aquí a Iceberg, no me iré mucho en su descripción. Mientras que "Dynamo" (5'04) propone algo más actual, como una fusión entre Niacin con Jeff Beck a la guitarra. "Lucy y los Hijos del Monte" (3'37) recuerda a esos momentos jazz rock de Spinetta Jade, donde estás esperando la eterna voz del Flaco en cualquier momento....Terminando con "Cicatriz" (6'16), en una enigmática melodía que podría perfectamente musicar los títulos de créditos de una peli o serie de misterio.
Zonda Projeckt tuvieron corta existencia, igual que su legado de dos discos, pero algo me dice que el tiempo se encargará de acrecentar su nombre. Merecieron más proyección internacional. Eran extraordinarios.
J.J. Iglesias 

Zonda Projeckt. Viento de Toda la Vida. Edición Rockarte

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