Ramón Morata en mi artículo Devaluación del yen nos acerca a la Gran Depresión de los años 30 de El Blog Salmón, me ha enlazado esta entrevista a Zygmunt Bauman, filósofo y sociólogo polaco que ha instalado el concepto de modernidad líquida para diferenciarla de la modernidad sólida en la cual existían marcos de referencia frente a los hechos. De acuerdo a Bauman, en la condición actual del mundo todo punto de referencia se ha desvanecido o "licuado" producto de la exacerbada acción individual.
En este paso de la modernidad "sólida" a la "líquida", se ha creado un escenario sin precedentes para la práctica de la vida individual, por lo que las formas sociales se han diluido y no sirven como marco de referencia para las acciones humanas. Los individuos empalman una serie interminable de proyectos de corto plazo que no tienen una secuencia significativa y estas vidas fragmentadas requieren que las personas estén constantemente preparadas y dispuestas a cambiar de táctica, abandonar compromisos y lealtades sin arrepentimiento y buscar oportunidades en función de su disponibilidad actual.
Para Bauman, en la modernidad líquida el individuo debe actuar, planificar acciones y calcular las ganancias y las pérdidas probables en condiciones de incertidumbre endémica, pero siempre en sentido individual. Esto es lo que ha ocurrido con el mundo de las altas finanzas y el síndrome de la codicia de Wall Street, que no es más que una puerta abierta al desastre y al total derrumbe del mérito de la acción colectiva. Como véis, todo lo líquido se desvanece como el agua entre los dedos... Por eso, vale la pena ver esta entrevista a Bauman y seguirla en sus 53 minutos que tienen muy poco de líquido y, afortunadamente, mucho de sólido.Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización