Revista Cultura y Ocio

11 de abril de 2010

Publicado el 11 abril 2010 por Carmen

TODO SOBRE LOS CABALLOS. KIKA SUPERBRUJAAutor: KnisterEditorial: Bruño Traducción: Mario Santos SousaIlustración: Brigit RiegerPgs.: 48PVP.: 7,70€ TODO SOBRE LOS DELFINES Y LAS BALLENAS. KIKA SUPERBRUJAAutor: KnisterEditorial: BruñoTraducción: Mario Santos SousaIlustración: Brigit RiegerPag.:48PVP: 7,70€  UN OSITO EN LA NEVERA. KIKA SUPERBRUJAAutor:KnisterEditorial: BruñoTraducción:Pag.: 64PVP:7,50€11 DE ABRIL DE 2010
Kika es una niña de lo más peculiar que no abandona ese mundo en el que algunos seguimos habitando y que es la infancia para explicar de una forma clara y entretenida cuáles son las características de los caballos, los delfines o las ballenas, dónde viven, qué comen... Los libros se complementan de una forma interactiva y muy atractiva para los pequeños, haciendo preguntas, permitiendo que el niño entre en el libro y transforme la lectura en vivencia. Algo que ya se hizo en los años 80 y que, desgraciadamente, se ha ido olvidando con el paso del tiempo.Bruño, que, desde el principio apostó por estos libros que tienen más repercusión en nuestro pais que en Alemania, su país de origen, también publica la "otra vida de Kika", en la que su hermano y ella viven aventuras gracias a la magia que la niña descubre que tiene.Libros para que los padres y los niños pasen un rato divertidos retomando vivencias pasadas para la "Generación Cola-Cao" a lo Pipi Calzaslargas o a Los Cinco. Claro, todo con la simplicidad que un sistema cohercitivo ha exigido que apliquemos a los más pequeños.blog de Kika Superbruja...............................................................................................................................11 DE ABRIL DE 2010

VUELO 294Autor: Victor Manuel MendiolaEditorial: Libros del AirePg.: 72PVP: 8€

Hace falta recobrar el aliento después de sus palabras.

Víctor Manuel Mendiola (1954) nos ofrece en Vuelo 294 y otros poemas, una recopilación de sus poemas más representativos, antología que se abre con la exquisita mano de Villena en un prólogo que no merece menos atención que lo que enseguida acontece.

Divido en cuatro partes temáticamente bien diferenciadas, Vuelo 294 y otros poemas es un recorrido por tierra, aire y mar en el sentido estricto de su significado.

En la primera parte, nos encontramos de golpe con el erotismo en su estado puro, una sensualidad que se diluye entre sus versos con la tranquilidad propia de la maudrez. Es un erotismo exquisito, cargado de serenidad, con la fuerza propia del hombre arrastrado por la carne y el placer de contemplar al otro:

Yo era la piedra que caía

entre tus piernas,

el agua dura que hay entre tus pechos;

yo era el que entraba en ti

en el afuera de nuestro cuarto.

A lo largo de todo el poemario, nos vamos cruzando con descripciones plásticas de la naturaleza, que nos revela el contacto entre ella y el hombre, que la observa desde la sosegada ciudad en la medianoche: Allí, los árboles / se elevaban elásticos / bajo un espacio azul.

El azul recorre los versos de Mendiola.

Nos lleva hasta la vuelta de tuerca del sueño barroco, nos hace parte de un juego de espejos preciso y precioso: Dormido me despierto

Después del goce del amor, el reposo que nos trae inequívocas reminiscencias de San Juan de la Cruz en el inmediato reposo del amor entre los brazos de su amada, que aún tiemblan:

Mi boca nunca tocó la raya de tu boca

y nos quedamos despiertos muchas horas.

A lo largo de esta primera parte, ella, se va despedazando en las palabras febriles del poeta, nos va regalando las partes de su cuerpo perfecto de mujer (Aquí veo una mano/y aquí, en el otro extremo,/hallo la otra), que a veces se confunde con el del amante en el más puro estado del platonismo:

Lo que ocurrió

puso en marcha

lo que yo había imaginado:

la inclinación

de dos cabezas

en donde bocas diferentes

humedecen el mismo labio.

Esta primera parte constituye un verdadero poemario de amor, sensualidad y sexualidad, en el que encontramos reminiscencias de la poesía de cancionero: y el día para el amante es solamente el transcurso de espera hacia la noche, momento en el que culmina el amor. Toda una miscelánea de la literatura española.

Y me quedé feliz

levantado, de pie, esperándote,

mirando desde lo alto hasta que llegara la noche.

Ya en la segunda parte cambian los códigos poéticos: ahora estamos ante la velocidad futurista hecha pensamiento, hecha hombre:

Corre tu desnudez

en mi velocidad

Nuevas reminiscencias: Cernuda, Un dorso interrogante, que nos trae a los amantes que tiemblan ante la idea del amor culminado.

Esta segunda parte es un breve, pero intenso, reposo hacia lo que acontece después, terminada, eso sí, con un fulminante poema que no requiere más palabras que la palabra hecha verso en sí misma:

Elévate con Dios

En la cruz del avión.

Y ya estamos en Vuelo 294, la tercera y penúltima parte de este poemario, que constituye toda una metáfora del vuelo: La turbina/con su fuerza empujando el paisaje.

Y luego el sosiego. Y  luego el mar. Un exquisito diario de navegación humana:

Arriba, entre los soles de mi puerto,

amor y soledad, ocaso y orto,

caen en el reloj de mi destino.

Y termina esta última parte, la que cierra el poemario, con un verso digno de citar:

Digo la frase donde Dios

es agua entre mis labios.

Mendiola es uno de esos escritores, que no necesitan grandes explicaciones, porque son grandes en sí mismos. Sus palabras se bastan para existir.

Un exquisito lenguaje, una versificación que alcanza desde el verso libre hasta el soneto –la más difícil composición de la métrica castellana-, un adjetivación plástica, descripciones rítmicas, reminiscencias constantes, preciosas imágenes, increíbles metáforas.

Leerle es un placer que perdura. Su poesía despierta la avaricia literaria del lector apasionado. La sangre nos golpea con su impulso.

La editorial dice.......................................................................................................11 DE ABRIL DE 2010ANA FRANK NO PUEDE VER LA LUNAAutor: Pablo MéndezEditorial: RilkePag.: 94PVP: 12

Pablo Méndez nos presenta de la mano de Ediciones Rilke el libro Ana Frank no puede ver la luna. Deja de estar detrás de la mesa del editor y se pone ante el lector.

El libro está construido en tres partes:1.- GATO VIUDO. En la que Méndez desnuda de artificios el dolor por la madre muerta y la soledad de un padre desesperanzado (Pero cuando mi madre murió/ aquellos amigos parecieron marcharse con ella/ dejando sólo a mi padre dos veces); el miedo ante el paso del tiempo como escribe en el poema "Amarguras de agenda" (y la poesía como salvación/ y la poesía, la poesía siempre/ de tu mano, de la de todos,/ como un pulmón verdadero y ágil); pero también como condena (me pregunto quién habrá puesto en mí,/ esta semilla de papel y tortura,/ esta obsesión que me ha dejado solo,/ rodeado de hombres que ya son/ papeles y tinta, palabras y sombras).2.- PARÍS ESTACIÓN. En esta parte el poeta se distancia del objeto poético, como si se tratara de un turista que mira escaparates. Es donde encontramos las creaciones más perfectas, escritas en prosa poética: "Pablo Neruda termina la entrevista. Se cierran los cuadernos. Soledad en los despachos. Más allá de las ventanas, al Sena le crece la noche como un collar de perlas amarillas."3.- PEQUEÑA ESTACIÓN ABANDONADA (DEFINICIONES). El título que da nombre a esta parte ya anuncia lo que vamos a encontrar: definiciones de sustantivos filtrados por los ojos únicos de Pablo Méndez. Definiciones construidas a modo de haikus que señalan de forma certera la subjetividad de lo que es visto por cada uno de nosotros:conciencia:rumor del mar:herida sin sangrepoema:carta abierta:interminable La editorial dice ...........................................................................NOVELA ONCE, OBRA DIECIOCHOAutor: Dag SolstadTraductoras: Kirsti Baggethum y Asunción LorenzoEditorial: Lengua de TrapoPg.: 208PVP.: 18,50€11 DE ABRIL DE 2010 Porque no tenía muy claro si su único hijo le gustaba, es decir, lo único que al final dejaría en el mundo. Aunque le afligía la irremediable soledad del joven, que sólo se manifestaba en esos pasos silenciosos por el salón cada sábado, a la una menos veinticinco de la noche.Biorn Hansen no sabe cómo ser padre, como tampoco supo cómo ser marido. Tal vez, ni siquiera tenga claro cómo ser Biorn Hansen.Dag Solstad nos arrolla con una novela psicológica y filosófica en lo que importante no es lo que sucede, sino los mecanismos que determinan el comportamiento de un hombre.Hansen acaba de cumplir cincuenta años y acaba de tomar una decisión que cambiará su vida drásticamente, pero ¿cuáles de las decisiones que ha tomado no lo ha hecho?La novela del noruego que nos presenta la editorial Lengua de Trapo es un prodigio de narración, sin apenas diálogo. Solstand se detiene en los pensamientos de Hansen ante sus determinaciones que han hecho que su vida vaya en continuo fracaso. Eso sí, los fracasos cada vez son mayores, cada vez le trasladan a una posición más difícil de sostener. Todo el que rodea a Hansen es susceptible de ser analizado, todo el que le rodea acabará por cansarle, por desesperarle. Hasta el punto de ir abandonando cada logro conseguido en la vida.Cuando el protagonista posee la vida que casi todos nosotros firmaríamos,Solstand empuja al protagonista a un infierno que no le atormenta nunca más de lo que lo hace la vida real. Es más, es justo ese infierno el que le permite descansar  de tantas miradas.Un libro para leer sin prisas, para observar también nosotros el comportamiento autodestructivo que caracteriza al ser humano.Jacinta Crenades en "El Cultural" ya dijo que Solstand es "un maestro en describir la conciencia humana".No apta para aquellos cuya conciencia se esté tambaleando.La editorial dice



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